El déficit de atención no es solo un problema para los niños en la
escuela. Un nuevo libro plantea que ese trastorno en adultos es una
razón de divorcio.
Sábado 8 Enero 2011
Una de las quejas frecuentes entre las parejas es que alguno de los
dos es excesivamente desordenado o que las tareas domésticas recaen
solo en una persona. También es común escuchar lamentos de que el
esposo no le presta la atención suficiente a su cónyuge. Este tipo de
actitudes, que a primera vista podrían interpretarse como falta de
amor, pueden deberse a un problema psicológico conocido como trastorno
de hiperactividad y déficit de atención (Adhd, por su siglas en
inglés), un padecimiento que, se calcula, está presente en el 5 por
ciento de los adultos en el mundo y puede afectar tanto a hombres como
a mujeres.
El tema ha llamado la atención de los especialistas porque la gran
mayoría de los casos no son tratados y algunas investigaciones
sugieren que los matrimonios en los que uno de los dos es víctima de
esta enfermedad tienen el doble de posibilidad de divorciarse
comparado con los que no sufren este mal. Una de las personas que más
han estudiado este tema es Melissa Orlov, especialista en relaciones
de pareja, quien hace poco publicó The Adhd Effect on Marriage (El
efecto del Adhd en el matrimonio), un libro en el que plantea los
riesgos y la forma de tratar el problema.
Orlov explica que quienes sufren de este trastorno por lo general lo
padecen desde pequeños y no fueron diagnosticados, y mientras en los
niños se presenta con hiperactividad, en el matrimonio se manifiesta
con ira crónica, distracción y problemas de memoria. El desinterés por
el matrimonio puede llegar al punto de olvidar recoger a los hijos en
el colegio. Estos síntomas son precisamente los que ponen la relación
en la cuerda floja, pues "el cónyuge que está sano se siente solo y
como un esclavo doméstico porque todas las responsabilidades del hogar
recaen sobre él", dijo Orlov a SEMANA.
Por lo general las parejas comienzan la relación sin mayores
inconvenientes ya que durante el noviazgo ambas personas experimentan
altas cantidades de dopamina debido al enamoramiento de los primeros
meses. Esta sobreproducción de hormonas les permite estar pendientes
el uno del otro. Sin embargo, después de 20 o 24 meses de relación,
estos niveles de dopamina disminuyen y la persona con Adhd queda con
cantidades más bajas de lo normal, una de las causas de esta
enfermedad.
La experta conoce más que nadie estos inconvenientes pues vivió en
carne propia las consecuencias de este padecimiento cuando su esposo
fue diagnosticado con Adhd hace cinco años. "Me sentía totalmente
incompatible con mi pareja. No podía contar con él para nada y no me
gustaba la forma en que yo misma estaba actuando", dijo Orlov a The
New York Times.
El tratamiento inicial para este padecimiento consiste en
medicamentos, pero en el caso de las parejas es necesario ir a
sesiones de psicoterapia no solo para que ambos se desahoguen por los
años de padecimiento, sino también para redefinir los roles y tareas
del hogar que durante mucho tiempo recayeron en solo una persona.
Otros estudios han demostrado también los efectos de este tipo de
trastorno para la vida marital cuando los afectados son los hijos. En
2008, un grupo de psicólogos de State University of New York encontró
que los padres de niños con Adhd tienen dos veces más probabilidades
de separarse que las parejas con hijos sanos. Según William Pelham,
director de la investigación, las dificultades más grandes se
presentan por lo general cuando el menor tiene 8 años, edad en la que
el comportamiento de este puede ser más explosivo, lo que genera
estrés y discusiones constantes en la pareja. Y por eso, si no se
trata en esta época, no solo puede ser un detonante del divorcio de
sus padres, sino que en el futuro el adulto va a tener la reacción que
menciona Orlov en su libro.
El temor de muchas parejas es que en caso de que uno de los cónyuges
sea diagnosticado con Adhd se escude en esta enfermedad para continuar
con su falta de colaboración con las tareas domésticas. En todo caso,
Orlov recomienda buscar ayuda médica si se detectan algunos de los
síntomas y así evitar que una enfermedad arruine varios años de
convivencia.
http://www.semana.com/noticias-vida-moderna/piedra-discordia/149834.aspx







• Licenciado en Medicina y Cirugía (Universidad de Granada)
•Master en Psicobiología y Neurociencia cognitiva (Universidad Autónoma de Barcelona)
•Doctor en Medicina (Neurociencias) (Universidad de Granada)
•Especialista en Psiquiatría (Universidad de París VI)
•Especialista en Psiquiatría Infantil (Universidad de Paris V)
•Diplomado en Terapia Cognitivo-Conductual (Faculté Médicine de Saint Antoine-Paris)
•Experto Universitario en Nutrición y Dietética (Universidad de Cádiz)
•Diplomado Superior en Metodología y Epidemiología (Escuela Andaluza de Salud Pública y la Universidad de Granada)
•Residente de psiquiatría en el hospital psiquiátrico de Almería desde 1980-1983.
•Residente en los hospitales de París desde 1984 – 1989.Coordinador de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil de Almería desde 1989-2003.
•Responsable del Programa de TDAH y Trastornos Específicos del Desarrollo Psicológico desde 1989-2000.
•Director del Laboratorio de Neuropsicología Pediátrica (Potenciales Evocados y Análisis Espectral de Frecuencias- Mapeo Cerebral) de 1993-1999 (Beca FIS).
•Responsable del Programa de Trastornos Alimentarios de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil desde 2000-2003.
•Actualmente director del Programa de TDAH y Trastornos del Desarrollo en el Foro Los Millares.
Dr. Brown es psicólogo clínico y realizó un doctorado en la Universidad de Yale. Tiene un consultorio privado en Hamden, Connecticut y se especializa en la evaluación y el tratamiento de niños, adolescentes y adultos que tienen un coeficiente intelectual elevado y que padecen el Trastorno de Déficit de Atención (TDA) y otros problemas relacionados. Es profesor auxiliar clínico de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale y director asociado de la Clínica Yale para Trastornos de la Atención y Problemas Relacionados.
Las dificultades de la vida no son catástrofes insalvables ni castigos de Dios, son oportunidades para cultivar, desarrollar y aprovechar tus recursos internos, tu creatividad, tu imaginación, tu iniciativa y tu inteligencia. Desde el punto de vista de la superación, cualquier problema es una oportunidad para mejorar y enriquecerse internamente.
Carl Sagan
"No veas en los obstáculos una fuente de problemas, descubre en ellos la oportunidad de superarte y enfréntalos con valentía"
En la noche más oscura, iluminaron el camino, rompieron el silencio,
parieron el coraje y siguen resistiendo.
Para el cerebro con TDAH, una lista de tareas o el desorden en la casa son obligaciones abrumadoras, lo que hace que la persona se retraiga a la computadora o videojuego, enfureciendo aún más a su pareja
"Llamamos diferente a lo que queremos que lo sea, no a lo que es"
"Nunca dejes que nadie te diga lo que no puedes hacer o lo que no eres capaz de conseguir"



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