Es un trastorno de causa poco clara, probablemente con la intervención
de factores genéticos y ambientales, en el que existe una alteración a
nivel del sistema nervioso central, manifestándose mediante un aumento
de la actividad, impulsividad y falta de atención, y asociándose con
frecuencia otras alteraciones.
El factor genético está demostrado, puesto que el TDAH es 5-7 veces
más frecuente en hermanos y 11-18 veces más frecuente en hermanos
gemelos. Se han descrito varios genes posiblemente implicados.
El TDAH es una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y de
problemas sociales en la edad infantil.
Afecta a 3-5% de niños, es decir, uno por aula escolar, predominando
en varones con una proporción de 4 niños frente a 1 niña.
El TDAH afecta con la misma frecuencia a todas las razas y culturas,
pero es más diagnosticado en poblaciones con nivel cultural y
económico medio a alto, porque en ellas se identifica con más
frecuencia el impacto familiar, escolar y social del trastorno.
Manifestaciones de la enfermedad
El Trastorno de Déficit de Atención con/sin Hiperactividad (TDAH)
generalmente se diagnostica en los primeros años de la enseñanza
primaria. Algunos síntomas, no obstante, están ya presentes antes de
los 7 años de edad, y con frecuencia persiste en la adolescencia y en
la vida adulta. Se diagnostica más frecuentemente en varones (en una
proporción aproximada de 4 chicos por cada chica). Los síntomas suelen
atenuarse a lo largo de la adolescencia y la vida adulta, sobre todo
la hiperactividad, y aunque en muchos casos aún persisten durante este
periodo, el paciente puede ir compensándolo.
El TDAH es un trastorno aún poco reconocido, por lo que menos de la
mitad de los pacientes afectados ha recibido un diagnóstico adecuado,
y aún dentro de éstos, pocos reciben el adecuado tratamiento. Ello
determina un impacto negativo muy importante tanto para el bienestar
del paciente como el de su familia. Un niño con TDAH que no recibe un
diagnóstico y/o un tratamiento correctos tiene altas probabilidades de
sufrir, a lo largo de su desarrollo, un notable deterioro de su
rendimiento escolar, de sus relaciones familiares y de su entorno
social. Y lo que es más grave, que dicho deterioro y sus consecuencias
se extiendan durante su vida adulta en forma de problemas laborales,
dificultades de pareja, consumo de drogas, conductas antisociales y
otros trastornos psiquiátricos asociados.
Las manifestaciones del TDAH
Los niños con TDAH son muy "movidos" e impulsivos, y tienen problemas
para prestar atención y para concentrarse. Aún a pesar de intentarlo,
son incapaces de escuchar correctamente, de organizar sus tareas, de
seguir instrucciones complejas, de trabajar o jugar en equipo. El
actuar sin pensar (la conducta impulsiva) provoca problemas con
padres, amigos y profesores. Suelen ser niños inquietos, siempre en
movimiento, incapaces de permanecer sentados mucho tiempo o con una
constante inquietud (que se ve en tamborileo de dedos, movimiento
constante de los pies o las piernas, etc.).
El TDAH afecta negativamente al rendimiento de estos niños en el
colegio, así como a otros aspectos de su vida familiar y social.
Son manifestaciones de una conducta hiperactiva:
* Estar en constante movimiento,
* Incapacidad para permanecer sentado mucho tiempo,
* Correr o trepar por sitios o en momentos inapropiados,
* Hablar en exceso,
* Jugar muy ruidosamente,
* Estar en actividad constante,
* Contestar antes de que termine la pregunta,
* Ser incapaz de esperar el turno en las colas o en actividades,
* Interrumpir sin justificación a los demás.
Casi todos los niños con TDAH tienen problemas por sus conductas
hiperactivas e impulsivas antes de los 6 años. Sus padres suelen
describirlos como inquietos o difíciles desde que eran bebés, e
incluso hay madres que los describen como hiperactivos durante el
embarazo.
El niño con TDAH es en muchas ocasiones incapaz de controlar su propia
conducta. A veces parecen estar en otro mundo y no responden cuando se
les pide que paren o se reclama su atención (mientras que el niño que
se porta mal intencionadamente suele estar pendiente de las reacciones
y respuestas de los adultos). Los padres perciben en el niño con
frecuencia que es un problema de "no poder" más que de "no querer",
por lo que se sienten frustrados en su capacidad para criarlos y
educarlos. Muchos de ellos han ensayado decenas de métodos diferentes
para intentar controlar los problemas conductuales de sus hijos,
normalmente con escaso éxito.
Son manifestaciones de los problemas de atención:
* Dificultad para seguir instrucciones,
* Parecen no escuchar a padres o profesores,
* Incapacidad para centrarse en las actividades,
* Suelen perder cosas importantes para casa o el colegio,
* No prestan atención a los detalles,
* Sus conductas parecen desorganizadas,
* No son capaces de planear por anticipado con eficacia,
* Son olvidadizos y despistados,
* Parecen distraídos con frecuencia.
El niño con TDAH con frecuencia pierde el interés por las actividades
que está realizando en pocos minutos, por lo que cambia constantemente
de una actividad a otra.
Si un niño presenta este tipo de problemas sólo en un entorno (por
ejemplo, sólo en casa, o sólo en el colegio), es improbable que el
problema sea el TDAH. Aunque los síntomas del TDAH se agravan en
situaciones de mayor desorganización (lugares ruidosos, con mucha
gente, etc.), están presentes en mayor o menor medida en casi todas
las situaciones y entornos de la vida del niño (en casa, en el
colegio, con los abuelos, haciendo la tarea escolar, viendo la
televisión,...). Aunque las situaciones que les divierten (como ver
dibujos animados o jugar con videojuegos) les permiten centrar su
atención con mayor eficacia, la inquietud (agitar manos, piernas,
pies,...) generalmente persiste. Esta variabilidad en las respuestas
al entorno a veces genera una interpretación desde fuera de
voluntariedad por parte del niño, por lo que se les atribuyen
calificativos como "caprichoso", "malcriado", "vago", ...
Algunos niños sólo presentan problemas en el área atencional, y están
ausentes los de la hiperactividad y la impulsividad. Es el llamado
TDAH, en el que domina la falta de atención.
La clasificación norteamericana de enfermedades psiquiátricas DSM-IV
comprende dos grupos de síntomas fundamentales, la inatención y la
hiperactividad/impulsividad, definiendo tres subtipos de TDAH:
* Tipo combinado: es el más frecuente. Presenta síntomas en ambos
grupos de síntomas.
* Tipo predominantemente inatento: destacan los síntomas en el área
atencional, y los de la hiperactividad/impulsividad no son
significativos.
* Tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo: destacan los síntomas
de hiperactividad e impulsividad, y los del área atencional no son
significativos.
La clasificación europea del trastorno, expresada en la CIE-10
(Clasificación de enfermedades de la Organización Mundial de la
Salud), lo denomina Trastorno Hipercinético. Comprende tres grupos de
síntomas fundamentales (inatención, hiperactividad, e impulsividad,
estos dos últimos unidos en un solo grupo en el DSM-IV), y su
diagnóstico exige la presencia significativa de síntomas tanto de
inatención como de hiperactividad y de impulsividad. Así, su
descripción corresponde a la variante más severa del trastorno, siendo
similar al TDAH Tipo Combinado.
El TDAH y la evaluación
Los niños con TDAH sufren varias combinaciones de fallos en el
funcionamiento escolar, en casa y con los compañeros. Los problemas
escolares incluyen necesitar adaptaciones o estar en cursos inferiores
a lo esperado por edad, obtener menos puntuación de la esperable en
tests de inteligencia y de habilidades causada por vacíos en el
aprendizaje o por problemas de rendimiento debidos a los propios
síntomas del TDAH, dificultades en los exámenes por la inatención y la
impulsividad, o fallos para completar o entregar las tareas para casa,
pudiendo llegar a tener que repetir cursos. Las dificultades o su
combinación con otros trastornos suele llevar a roces con estudiantes,
compañeros, profesores y padres. El resultado puede ser ocupar lugares
especiales en clase, suspensiones o incluso la expulsión del colegio.
Los compañeros frecuentemente rechazan al niño con TDAH debido a las
agresiones, la impulsividad y el no someterse a las normas o a las
reglas en los juegos.
Los niños con TDAH son más habladores, desafiantes, menos
cooperadores, más demandantes de la atención de los demás y menos
capaces de entretenerse, lo que lleva a un círculo vicioso con los
padres en el cual estos responden menos a las demandas del niño, son
más negativos y directivos y tienden a valorar menos sus conductas
positivas, por lo que las recompensan menos y no favorecen su
persistencia (debe señalarse que estos niños tienden a ser menos
problemáticos con los padres que con las madres). Así, las familias de
los niños con TDAH presentan mayores niveles de estrés, reducen sus
contactos fuera del círculo familiar más próximo y tienen más
conflictos, lo que lleva a una sensación de soledad y abandono, tasas
altas de separación y mayor frecuencia de síntomas depresivos (sobre
todo en las madres).
Los niños con TDAH en los que predomina la falta de atención se
caracterizan más que los TDA con hiperactividad (tipo combinado) por
"vagar o flotar por el espacio", "soñar despiertos", ser socialmente
inhibidos, repetir cursos, y presentar síntomas depresivos y ansiosos.
Por otra parte, es más difícil que tengan problemas o que sean
rechazados por sus iguales.
En principio, un 30-80% de los niños diagnosticados continúan teniendo
síntomas en la adolescencia, y más del 65% en la edad adulta. La
historia familiar de TDAH, y la existencia de trastornos de conducta,
o afectivos aumentan el riesgo de persistencia de los síntomas.
La personalidad antisocial se ve en un 25-40% de los adolescentes y
adultos remitidos de niños como TDAH, especialmente en niños con
trastornos tempranos. Sin embargo, en algunos casos los problemas muy
tempranos de algunos niños hiperactivos cesan en la adolescencia o en
la vida adulta.
Los niños con TDAH "experimentan" con cigarrillos y drogas más
frecuentemente que otros en la adolescencia. Además, los adolescentes
con TDAH que consumen drogas desarrollan con más frecuencia trastornos
por abuso de sustancias. Posiblemente, las drogas proporcionan un
efecto subjetivo de disminución de los síntomas en los niños
adolescentes no tratados. Posiblemente, este riesgo elevado de consumo
de drogas esté precipitado también por la incomprensión y rechazo
social y por las malas compañías.
Lo cierto es que estudios recientes han obervado cómo el tratamiento
farmacológico precoz con psicoestimulantes parece ser un importante
factor frente a un futuro abuso de tóxicos.
El cuadro clínico en adolescentes tiende a incluir inquietud, aunque
el nerviosismo y levantarse del asiento en clase suelen estar
presentes. Los desajustes de los adolescentes incluyen inatención,
pobre control de los impulsos, pobres habilidades de organización,
dificultades para elegir y mantener prioridades, resultando un menor
rendimiento escolar, baja autoestima, escasas relaciones con iguales,
y rendimiento errático en tareas. Las oportunidades de realizar
conductas impulsivas peligrosas y de poca capacidad de juicio aumentan
con la edad, debido a la mayor influencia de los compañeros y la menor
supervisión de los adultos. Con el tiempo, el adolescente va
aprendiendo a controlar la hiperactividad, que cada vez se hace menos
manifiesta. No obstante, la impulsividad y sobre todo - las
dificultades de mantener la atención y de organizarse - persisten,
limitando el aprendizaje y el éxito social y profesional.
El objetivo del tratamiento farmacológico sería hacer desaparecer los
síntomas a largo plazo para posibilitar el desarrollo social,
intelectual y afectivo de ese niño y ayudarle a desarrollar técnicas
que contrapresten sus limitaciones.
Síntomas básicos
El TDAH tiene tres síntomas básicos: hiperactividad, impulsividad y
falta de atención, identificados en el DSM-IV de la siguiente manera:
Items de hiperactividad-impulsividad
* Inquietud, se mueve en el asiento
* Se levanta cuando debería estar sentado
* Corre y salta en situaciones inapropiadas
* Dificultad para jugar tranquilamente
* Excitado a menudo, "como una moto"
* Verborrea
* Responde antes de que finalice la pregunta
* Dificultad para guardar el turno en actividades de grupo
* Interrumpe a otros en los juegos, conversaciones, etc
Items de inatención
* No atiende detalles, comete errores
* Dificultad para mantener la atención
* Sordera ficticia
* No sigue instrucciones, no termina las tareas
* Dificultad para organizarse
* Evita tareas que requieren esfuerzo continuado
* Olvida y pierde cosas necesarias para su actividad
* Fácil distraibilidad por estímulos externos
* Olvidadizo en las actividades diarias
El TDAH tiene predominio de hiperactividad / impulsividad cuando se
detectan 6 o más items de hiperactividad / impulsividad y menos de 6
items de inatención.
El TDAH tiene predominio de inatención cuando se detectan 6 o más
items de inatención y menos de 6 items de hiperactividad /
impulsividad.
Se considera un TDAH combinado cuando se detectan 6 o más items de
hiperactividad / impulsividad y 6 o más items de inatención.
En cualquier caso, todos estos items deben persistir más de 6 meses,
en dos o más lugares (colegio, casa, etc).
http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/7690519/TDAH-_-Fracaso-escolar-y-social.html
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