Entre un 3 y un 7% de niños padece Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, una enfermedad queda lugar a menores impulsivos, desordenados o traviesos y cuyos padres, en muchos casos, no saben que se enfrentan a un problema mental
INMA ZAMORA / MADRID
Día 07/02/2011
Cuando a María Jesús le dijeron que su hijo padecía un trastorno mental creyó ver la luz al final del túnel. Acababa de poner punto y aparte a años de incógnitas, médicos y culpabilidad por no haber solucionado el aparentemente irremediable problema de su hijo, cuyo origen se basaba en cuatro letras: TDAH. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una enfermedad genética que se presenta en entre un 3 y un 7% de niños en edad escolar. Su principal problema es el desconocimiento, ya que es un trastorno silencioso y confuso que se camufla entre otras características propias de la personalidad.
No existen test biológicos o pruebas psiquiátricas para detectar este trastorno. Tampoco hay síntomas ni dolencias específicas, sino alteraciones en la personalidad y las facultades de quienes lo padecen. «No es una enfermedad, es su carácter», es una de las muchas frases que pueden convertir a un chico con TDAH en un ignorante acerca de su trastorno. «Vago», «travieso» o «desordenado», son los adjetivos a los que día a día se enfrentan con impotencia miles de padres.
Roberto se enteró siendo adulto de que padecía TDAH. A partir de ahí logró explicarse muchas cosas. «Ya entiende por qué era la oveja negra», explica su mujer, María Jesús Ordóñez. Juntos, se lanzaron hace tiempo a la aventura editorial para explicar en un libro, «No estáis solos», la larga travesía que recorrieron junto a su hijo, con un TDAH no diagnosticado hasta los 14 años a pesar de consultar a varios especialistas.
«En cada colegio puede haber uno o dos niños con este trastorno», según María Jesús OrdóñezEl trastorno no tiene por qué ser excesivamente traumático si se detecta en edades tempranas, aunque, precisamente, tiempo y silencio son dos factores que juegan en su contra. En el caso de los niños, no saben por qué son como son, por qué se caen con frecuencia o pierden continuamente sus cosas. En cuanto a los adultos, se culpan por lo que creen que es su personalidad. Los padres, por su parte, se castigarán por no conseguir enderezar la conducta del niño.«El número de divorcios es muy elevado en en padres que tienen hijos con TDAH. Hay familias con un hijo hiperactivo que están totalmente rotas», comenta María Jesús, quien además asegura que en cada colegio puede haber «hasta un niño o dos con este trastorno».
Los «típicos niños malos»
El diagnóstico del TDAH solo es fiable a partir de los seis años, pues antes de esta edad los síntomas pueden confundirse con el comportamiento habitual del niño en la infancia. La llegada a la educación primaria y el aumento en el nivel de exigencia hacen que pueda llegarse al diagnóstico. «Los niños con TDAH se portan mal, tienen malos resultados escolares, algo muy común en otros compañeros», apunta María Jesús, para quien «el chico malo o el adolescente ni-ni sí puede tener una explicación psiquiátricay puede ser fácilmente un chico con TDAH».
«Medicar al niño es necesario para que su cerebro crezca a un ritmo normal»Isabel Rubió, presidenta de la Fundación ADANA, cuya finalidad es mejorar la calidad de vida de personas con este problema, explica que, aunque es necesario alertar de la enfermedad y dar a conocer este trastorno, hay que tener en cuenta que «no todo niño hiperactivo o joven problemático tiene TDAH». Hay, de hecho, una premisa que ha de cumplirse en todos los casos: «La enfermedad tiene que acarrear un severo impedimeento en la vida personal del paciente. Si no, las causas de su conducta serán otras, como una mala educación».
Dinero, tiempo y silencio
Pero el silencio no es la única barrera que juega en contra de este trastorno. Palabras como «medicación» y «psiquiatría» llevan a los padres a buscar explicaciones distintas a las de la enfermedad mental. «Tienen mucho temor a los efectos secundarios y a llevar al niño al psiquiatra», explica Rubió. «Se están estudiando alternativas a la medicación, pero por ahora es la mejor herramienta para que el cerebro del niño crezca al ritmo de sus compañeros y amigos».
El dinero es otro obstáculo. «Un niño con TDAH es el doble de caro que uno normal solo por la cantidad de accidentes que puede tener a lo largo de su infancia», señala María Jesús. Rubió considera, además, que la intervención terapéutica del TDAH es realmente cara. «Muchos tratamientos tienen que hacerse desde la asistencia privada porque la sanidad pública tiene carencias en el tratamiento de trastornos mentales».
Con la medicación adecuada y un correcto tratamiento por parte de padres y profesores el trastorno, aunque crónico, puede sobrellevarse con normalidad durante la edad adulta. «Tenemos niños con TDAH que ahora estudian carreras universitarias con muy buenos resultados», comenta Rubió. De hecho, el hijo de María Jesús y Roberto comenzó hace poco sus estudios universitarios. «Ha sido una plena liberación». Ahora, además, conocen a su hijo. «No sabíamos nada de nuestro hijo, era un perfecto desconocido. Ahora es un niño normal».
Claves del TDAH
-Qué es: El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), se caracteriza por las dificultades del paciente para mantener la atención, la hiperactividad e impulsividad o las dificultades para controlar los impulsos.
-Se presenta en tres subtipos: Tipo con predominio de déficit de atención, tipo con predominio de impulsividad e hiperactividad o tipo combinado, que mezcla las tipologías anteriores.
-Causas: El 80% de los pacientes desarrolla la enfermedad por motivos genéticos, mientras que el resto (20%) puede producirse por factores aislados, tales como los malos hábitos durante el embarazo.
-Prevalencia: Según el DSM-IV-TR (2000), la prevalencia del trastorno se sitúa entre el 3 y el 7% en niños en edad escolar.
-Tratamiento: El tratamiento requiere varios factores, como el uso de fármacos, la intervención psicológica y la intervención docente y familiar
-¿Se cura?: Es un trastorno crónico, pero que puede controlarse y enderezarse gracias a la medicación a la intervención de especialistas.
(FUNDACIÓN ADANA)
Fuente: http://www.abc.es/20110207/sociedad/abci-trastorno-hiperactividad-201102021652.html







• Licenciado en Medicina y Cirugía (Universidad de Granada)
•Master en Psicobiología y Neurociencia cognitiva (Universidad Autónoma de Barcelona)
•Doctor en Medicina (Neurociencias) (Universidad de Granada)
•Especialista en Psiquiatría (Universidad de París VI)
•Especialista en Psiquiatría Infantil (Universidad de Paris V)
•Diplomado en Terapia Cognitivo-Conductual (Faculté Médicine de Saint Antoine-Paris)
•Experto Universitario en Nutrición y Dietética (Universidad de Cádiz)
•Diplomado Superior en Metodología y Epidemiología (Escuela Andaluza de Salud Pública y la Universidad de Granada)
•Residente de psiquiatría en el hospital psiquiátrico de Almería desde 1980-1983.
•Residente en los hospitales de París desde 1984 – 1989.Coordinador de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil de Almería desde 1989-2003.
•Responsable del Programa de TDAH y Trastornos Específicos del Desarrollo Psicológico desde 1989-2000.
•Director del Laboratorio de Neuropsicología Pediátrica (Potenciales Evocados y Análisis Espectral de Frecuencias- Mapeo Cerebral) de 1993-1999 (Beca FIS).
•Responsable del Programa de Trastornos Alimentarios de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil desde 2000-2003.
•Actualmente director del Programa de TDAH y Trastornos del Desarrollo en el Foro Los Millares.
Dr. Brown es psicólogo clínico y realizó un doctorado en la Universidad de Yale. Tiene un consultorio privado en Hamden, Connecticut y se especializa en la evaluación y el tratamiento de niños, adolescentes y adultos que tienen un coeficiente intelectual elevado y que padecen el Trastorno de Déficit de Atención (TDA) y otros problemas relacionados. Es profesor auxiliar clínico de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale y director asociado de la Clínica Yale para Trastornos de la Atención y Problemas Relacionados.
Las dificultades de la vida no son catástrofes insalvables ni castigos de Dios, son oportunidades para cultivar, desarrollar y aprovechar tus recursos internos, tu creatividad, tu imaginación, tu iniciativa y tu inteligencia. Desde el punto de vista de la superación, cualquier problema es una oportunidad para mejorar y enriquecerse internamente.
Carl Sagan
"No veas en los obstáculos una fuente de problemas, descubre en ellos la oportunidad de superarte y enfréntalos con valentía"
En la noche más oscura, iluminaron el camino, rompieron el silencio,
parieron el coraje y siguen resistiendo.
Para el cerebro con TDAH, una lista de tareas o el desorden en la casa son obligaciones abrumadoras, lo que hace que la persona se retraiga a la computadora o videojuego, enfureciendo aún más a su pareja
"Llamamos diferente a lo que queremos que lo sea, no a lo que es"
"Nunca dejes que nadie te diga lo que no puedes hacer o lo que no eres capaz de conseguir"



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