La entidad TDAH Vallès ha dado servicio a 2.500 familias en 10 años.
Se marcan como reto lograr un protocolo de actuación del TDAH en la escuela.
TDAH Vallès, entidad que agrupa a familias con déficit de atención e hiperactividad, nace de la experiencia personal de Anna López, su presidenta y fundadora. En diez años de existencia, se han abierto hueco en la ciudad y la comarca y son un referente.
A principios de la década Anna López Campoy trabajaba como secretaria de organización a nivel estatal de un sindicato del sector del comercio. Viajaba mucho y no estaba en casa tanto como seguramente querría. Llevaba a su hijo, David, a las Escolapias de Sabadell y sobre todo los abuelos y su marido tiraban del carro en casa. Pese a estar poco en el hogar, no había notado ningún cambio de comportamiento en su hijo hasta que en el colegio les llamaron la atención. Era muy distraído, no atendía, no se estaba sentado en clase. Y sólo con 6 años. Hasta el punto de que la psicóloga del colegio sentenció que el alumno era pasto de fracaso escolar.
Llegados a este punto, Anna decidió indagar y se dio cuenta que no estaba sola. Muchas otras familias tenían problemas parecidos. Así que, ella, que había coordinadora una organización a nivel estatal, decidió hacer algo similar a nivel divulgativo y de servicios que ayudara a mejorar el conocimiento del TDAH y también su tratamiento.
Diez años después, el TDAH es más conocido y, aunque no dependa en exclusiva de la entidad, sí es cierto que han jugado un papel importante en la ciudad. TDAH Vallès ha pasado de cuatro familias impulsoras a 180 familias socias, dando cobertura en este tiempo a 2.500 familias. Empezó sólo en Sabadell y ya llega a buena parte de los dos Vallès, teniendo una antena local en Santa Perpetua y otra en Terrassa.
Y además organiza formación y jornadas de alto nivel, como las que harán el
20 y 21 de abril, que contará con especialistas muy reconocidos, entre ellos, el psiquiatra Luis Rojas Marcos, el coordinador del programa de TDAH en la Vall d’Hebron, Antoni Ramos-Quiroga, o Josep Artigas, neuropediatra y psicólogo del Hospital de Sabadell y director del Centre Mèdic Psyncron. También asistirá el guionista de
Barrio Sésamo o
Los Lunis Jaume Copons.
Ramos-Quiroga y Rojas Marcos, dos especialistas que asistirán a la jornada anual. Fotos: TDAH Vallès
TDAH Vallès no es una entidad asistencial más. De hecho, si funciona, dice Anna López Campoy, es por la estructura empresarial. Tienen una seda en la Academia Católica y unas oficinas muy grandes en la calle Sant Josep, número 20, donde un grupo de profesionales autónomos llevan a cabo su trabajo a cambio de atender las necesidades de los socios de TDAH Vallès de forma gratuita o casi. Es decir, por poner un ejemplo, la psicóloga trabaja sus horas, dando consulta sobre temáticas de lo más variado, y dedica una parte de su tiempo, de forma gratuita a las necesidades de la entidad a cambio de tener su despacho y los servicios asociados en el local.
Los servicios a socios son la clave
Anna López Campoy destaca que si por algo es buena TDAH Vallès es “por los servicios que damos”. Tienen una Escuela de Padres, un Café de Familia, la visita de lo que llaman paciente externos, servicios de psicología, psiquiatria, logopeda, reeducadores y un largo etcétera. El secretario de la entidad, Juan Pérez, señala que la comunicación entre los padres es “básica”, para que no sientan que son las únicas personas que pasan por el trago de afrontar un TDAH en casa. Básicamente, intentan tejer una red que, entre afectado, familia, escuela, profesionales sanitarios, entorno social y reeducadores afronten de manera correcta los factores asociados al TDAH: impulsividad, distracción, desorden, falta de disciplina…
En este tiempo, incluso han publicado un libro,
El niño incomprendido, editado por la entidad y que tiene más de 7.000 seguidores en Facebook.
En este tiempo, el enfoque del transtorno por déficit de atención e hiperactividad ha cambiado. Al principio decían que tendrían éxito si al entrar en un taxi y hablar de TDAH, el taxista de turno sabía de que hablaban. En este sentido, han logrado grandes avances. Hay más conocimiento y la enfermedad se esconde menos, aunque una parte de los diagnosticados no quieren que se sepa, sobre todo si son de un nivel económico y social alto. Siguen sintiendo algo de verguenza.
Nuevos retos
La entidad está muy satisfecho del camino logrado aunque siempre marcan nuevas metas. Aunque el conocimiento del TDAH en adultos es una vía, ahora se centran en las escuelas:
“Hace diez años la lucha estaba en el sistema sanitario porque no había unidades y todas las unidades psiquiátricas estaban en una dinámica que consideraba que el TDAH era un invento de las fmailias o producto de un trauma de las madres o los abuelos, casi siempre las madres. Ahora el reto está en las aulas”, dice López Campoy.
Quieren que se haga un protocolo de actuación en el ámbito educativo, similar al ya existente con la dislexia.
Nuestro balance es toda la gente que ha pasado por aquí. Todos han sido como pequeñas gotas de agua que llenan un océano. Y a nivel personal, y con mi hijo estudiando tercero de Química en la universidad, tengo la satisfacción de que la psicóloga del colegio no acertó con lo de que iba a ser pasto de fracaso escolar. Todos tenemos la satisfacción de que estamos ayudando”, dice la presidenta y fundadora.
La lucha contra el TDAH no depende de herramientas económicas, dicen. Son muy baratas. Tanto como poner a los afectados en primera fila de clase, dejarlo salir al pasillo cuando estén tensos y poner voluntad para salvar las zancadillas que el TDAH pone en el camino.
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