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miércoles, febrero 29, 2012

Expertos en TDAH subrayan el impacto de este trastorno en todas las áreas de la vida del paciente.

Coincidiendo con el Simposio Internacional en TDAH, organizado por Lilly los días 23 y 24 de febrero en Madrid.

- Técnicas de neuroimagen demuestran que los niños con TDAH presentan un deterioro cerebral en las zonas relacionadas con la atención y el autocontrol


España, febrero de 2012.- El Trastorno por Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad (TDAH) va mucho más allá de los tres clásicos síntomas como hiperactividad, falta de atención e impulsividad, afectando a todas las áreas de la vida del paciente relacionadas con el desarrollo social y emocional. Así lo han afirmado los expertos reunidos en el Simposio Internacional en TDAH, organizado por Lilly, donde también se ha constatado la evidencia de un retraso en la maduración de algunas regiones del cerebro como origen de este trastorno psiquiátrico.

En la vida cotidiana, los niños con TDAH son incapaces de permanecer quietos y concentrados en una actividad, no atienden y tienen un mal comportamiento. Asimismo, presentan retraso psicomotor, trastorno del lenguaje y dificultades en la grafía, que muchas veces se confunde con falta de interés o incapacidad del niño para aprender. A todo ello se le debe añadir su mala gestión de las emociones, que les lleva a tener problemas con sus compañeros y a que a menudo se les etiquete como ‘los malos de la clase’.

El resultado es una elevada desadaptación y falta de integración social. Por este motivo, “muchas veces, cuando diagnosticamos TDAH a un niño y los padres conocen en mayor profundidad este trastorno, sienten cierto alivio porque se dan cuenta de que no es que hayan fracasado en la educación de su hijo, si no que existe un problema orgánico que provoca ese mal comportamiento y que puede ser tratado”, explica la Dr. Margaret Weiss, Doctora en Medicina y especialista en Psiquiatría, directora del Programa Provincial para TDAH de la University British Columbia (Canadá), que ha desarrollado la escala de diagnóstico WFIRS.
La neuroimagen como apoyo para el diagnóstico del TDAH
El TDAH es un diagnóstico clínico; no es fruto del resultado de una prueba sino de la suma de las conclusiones de varios tests, entrevistas y evaluaciones, tanto del paciente como de su entorno más directo. De ahí su dificultad.

Se considera que el TDAH no tiene una causa única, sino que se da por una serie de factores biológicos y psicosociales que interactúan entre sí. Por un lado, una producción irregular en dos neurotransmisores como son dopamina y noradrenalina; y, por el otro, la predisposición genética, que se traduce en un riesgo del 57% de que el niño presente este trastorno si uno de los dos padres también lo tiene.

Sin embargo, ahora diversos estudios de neuroimagen han demostrado que los niños con TDAH presentan un deterioro cerebral. “El TDAH se asocia a un déficit en la estructura y la función de las sustancias químicas del cerebro, en particular en las zonas que son importantes para la atención y el autocontrol. Estas pruebas, que muestran que existen alteraciones neurobiológicas en los pacientes, ratifican que el TDAH no es una enfermedad inventada”, afirma la Dra. Katya Rubiá, Profesora en Neurociencias Cognitivas en el Instituto de Psiquiatría de Londres y directora del Departamento de Neuropsicología del desarrollo y Neuroimagen.

Una enfermedad que exige un abordaje multimodal

Aunque los tratamientos farmacológicos alcanzan un éxito valorado en un 70-80% en pacientes adecuadamente diagnosticados, las diferencias individuales en dicha respuesta son amplias. Además, la diversidad de síntomas que sufre el niño con TDAH en todas las áreas de su vida exige un abordaje multimodal. Esto supone la realización simultánea y coordinada de aproximaciones terapéuticas farmacológica, psicológica, psicopedagógica y psicosocial.
“Existen varios medicamentos que pueden controlar los síntomas del TDAH y mejorar considerablemente su calidad de vida. Un niño con este trastorno, por ejemplo, puede mejorar la relación con otros niños, sin embargo, su comportamiento sigue sin ser normal”, aclara la Dra. Weiss. “Por este motivo, es imprescindible un abordaje multimodal, integral del trastorno”.

En la misma línea se pronuncia la Dra. Rubiá quien afirma que “incluso si los síntomas de TDAH se reducen en la edad adulta, algunos problemas subclínicos persisten en todos los pacientes, como un cierto grado de problemas de impulsividad o falta de atención”.

Y es que el TDAH, aunque suele detectarse en la infancia, es una enfermedad crónica. Afecta entre el 3 y el 7% de la población infantil en España, según la Guía de Práctica Clínica en TDAH, del Ministerio de Sanidad. Se estima que más del 80% de los niños que presentan el trastorno continuarán padeciéndolo en la adolescencia, y cerca del 65% lo presentarán también en la edad adulta, aunque las manifestaciones del trastorno irán variando notablemente a lo largo de su vida.
Sobre Lilly
Lilly, una compañía líder basada en la innovación, está desarrollando una creciente cartera de productos innovadores aplicando los descubrimientos realizados en sus laboratorios, situados en todo el mundo, y gracias a la colaboración con eminentes organizaciones científicas. Con sede en Indianápolis, Indiana, Lilly proporciona respuestas -a través de medicamentos y de información- a algunas de las necesidades médicas más urgentes en el mundo.

http://www.noticiasmedicas.es/medicina/noticias/13363/1/Expertos-en-TDAH-subrayan-el-impacto-de-este-trastorno-en-todas-las-areas-de-la-vida-del-paciente-/Page1.html

1 comentario:

  1. Anónimo11:47 a. m.

    Dejo este enlace donde una guia del gobierno de sanidad del país vasco cuestiona muchas de las "supuestas evidencias" con respecto al tdah y su terapéutica.

    DEJO UN EXTRACTO:
    Resultados y discusión (PÁG. 14)

    — En SM se confirma el diagnóstico de TDA/H sólo en un 24% de los casos que consultan o son derivados por sospecha de este trastorno. Aún así, la incidencia del diagnóstico en sus consultas se triplicó de 2001 a 2007.

    — Tanto en la literatura como en la práctica clínica se constata la diferencia de criterios asistenciales y terapéuticos entre los dos principales servicios de atención sanitaria infanto-juvenil (Salud Mental y Pediatría de Atención Primaria).

    — La prescripción de metilfenidato ha aumentado enormemente en los últimos años en la CAPV, multiplicándose de 2001 a 2007 por dieciocho, y siendo mucho mayor en atención primaria que en salud mental.

    — Tan sólo 3 de las 9 GPC respecto al TDA/H evaluadas resultan «muy Recomendables» según la valoración mediante el instrumento AGREE.
    — Tanto en la evidencia científica como en las GPC que en ella se basan, existen sesgos y conflictos de interés que empañan la credibilidad y objetividad de las afirmaciones y recomendaciones que emiten y disminuyen su calidad.

    Conclusiones y recomendaciones (PÁG. 15)

    - La sospecha diagnóstica y preocupación por el TDA/H es mucho mayor que su incidencia real

    - Sigue sin existir consenso ni claridad en muchos de los aspectos que conforman este trastorno y su abordaje.

    - Se precisa la determinación en nuestro sistema sanitario de quiénes son los profesionales más adecuados para la atención integral a esta problemática, y protocolizar la coordinación interprofesional para un mejor funcionamiento de nuestros servicios

    - Se hace necesaria una lectura crítica y cautelosa de la evidencia publicada en torno al TDA/H

    - Se preconiza la conveniencia de seguir recomendaciones prudentes respecto a la prescripción de metilfenidato, para evitar medicalización y riesgos innecesarios en edades infantiles

    http://yoamoaalguiencontdah.blogspot.com/2012/02/las-pastillas-de-portarse-bien.html#comment-form

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