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sábado, mayo 08, 2010

Controlando el humor

Las personas con TDAH , especialmente las que padecen el tipo hiperactivo/impulsivo, pueden sufrir cambios de humor. El estrés que supone estar involucrado en muchas cosas a la vez, sumado a las depresiones provocadas por los fracasos laborales y los picos de euforia que generan los estímulos atractivos, hacen que a las personas con TDAH les resulte difícil convivir consigo mismas.


Para lograr un cierto equilibrio emocional, usted puede hacer lo siguiente:

Sea comprensivo con usted mismo. Identifique sus cambios de humor y los métodos para manejarlos, pero no pierda tiempo castigándose. Más bien, céntrese en aprender a tolerar su mal humor y en buscar estrategias para calmarse. Para ello, puede involucrarse en alguna actividad interactiva, como una conversación con amigos o un deporte en equipo.

Aprenda a defenderse. Las personas con TDAH están acostumbradas a ser blanco de las críticas y suelen sentirse innecesariamente culpables. Aprenda a liberarse de esta actitud y a darse cuenta cuando los demás se equivocan en sus reproches.
Cuando se sienta nervioso, tómese un respiro. Cuando esté enfadado o sobreestimulado, tome un descanso, márchese, cálmese.
Deje un espacio para el ocio y el entretenimiento. Es indispensable que tenga algún momento de la semana para recargar las pilas. Puede hacerlo en casa (echándose una siesta, mirando la televisión o simplemente meditando) o con amigos (realizando algún deporte, yendo al cine, al teatro o a comer con amigos... ).
Planee estrategias para combatir el aburrimiento. Para ello, tenga a punto una lista de teléfonos de amigos, un buen libro o un dvd. De esta forma, su mente se mantendrá libre de la angustia o el nerviosismo que provoca el tedio.
Combata la tendencia de cerrar un conflicto o una conversación de forma prematura. De lo contrario, su impaciencia le limitará encontrar nuevos puntos de vista o maneras de hacer las cosas.
Recuerde todos sus logros por más pequeños que sean. Anótelos en un diario y revíselos periódicamente.
Únase a grupos donde le comprendan y pueda disfrutar. No permanezca demasiado tiempo donde no sea entendido y apreciado.
Preste atención a los demás. Cuando alguien le hable, deje de hacer lo que está haciendo y mírele, demuéstrele su interés y que le está escuchando.

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