EL OBJETIVO DE ESTE BLOG ES "LLAMAR LA ATENCIÓN" SOBRE LA EXISTENCIA DEL TDAH EN
ADOLESCENTES Y ADULTOS





El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual con bases neurobiológicas y un fuerte componente genético.




Se trata de un trastorno neurológico del comportamiento caracterizado por distracción moderada a severa, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.



El Déficit de Atención con Hiperactividad está relacionado con una falta de balance en la producción cerebral de dos neurotransmisores: Dopamina y Noradrenalina.



El TDAH como entidad clínica se encuentra recogido en la Clasificación internacional de enfermedades, décima revisión (CIE-10), la cual representa un marco etiológico.

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sábado, agosto 30, 2014

“El TDAH no es un problema de conocimiento sino de incapacidad para manejar las emociones”



por Fundación Educación Activa



Trabajar el control emocional es el mejor tratamiento para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), “ya que no se trata de un problema de conocimiento sino de incapacidad para manejar las emociones”, según ha asegurado Russell Barkley, catedrático de Psiquiatría Clínica de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur, quien ha subrayado que el TDAH “no es un mito”, dado que existen más de 15.000 estudios que demuestran su existencia. En una conferencia impartida durante la 11ª Jornada sobre TDAH de la Fundación Educación Activa, celebrada recientemente en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha insistido en que poner las emociones en el centro del TDAH ha ayudado “muchísimo” al conocimiento de esta patología.

Barkley ha señalado que las personas que padecen este trastorno son muy emocionales y no saben gestionar sus emociones. Por ello, no se trata de un déficit de conocimiento sino de una incapacidad de rendimiento al no saber aplicar el conocimiento que se posee en el momento idóneo. El especialista ha insistido en que “el conocimiento está ahí, pero estas personas no pueden desplegarlo en la vida diaria”. “Comprender esto es tremendamente importante porque altera el panorama del tratamiento”, ha asegurado.

Aunque en casi todas las especies las emociones son la primera forma de comunicación, en los humanos existe lo que se denomina el autocontrol emocional, un rasgo que los pacientes con TDAH no tienen ya queson muy impulsivos desde el punto de vista emocional. “Sus emociones se ven en la piel y si se tienen tres años no pasa nada, pero si se tienen treinta es devastador, ya que se puede llegar a perder el trabajo, las amistades o acabar con el matrimonio”. En su exposición, Barkley ha señalado que estas personas “no pueden contar hasta diez” y ha insistido en la importancia de controlar las emociones. De lo contrario, pueden acabar padeciendo “trastornos negativistas desafiantes”, que provocan conflictos en la interacción con los demás y estados de ánimo como frustración o agresividad.

Otra de las ventajas de controlar las emociones es la automotivación, que permite que podamos lograr nuestros objetivos. El TDAH “es un trastorno de déficit de motivación”, un aspecto sobre el que hay que trabajar, ha asegurado. “El déficit de atención no es estupidez ni es falta conocimiento, es un trastorno del rendimiento”, ha señalado Barkley. Las personas con TDAH presentan incapacidad de prepararse para el futuro. “Tienen problemas con el futuro, de organizarse en el tiempo”. Así, una vez que se han distraído,tienen dificultades para comprometerse con las tareas que han dejado incompletas. Saltan de una tarea incompleta a otra, lo que se traduce en hiperactividad.

Las personas con este trastorno son “desinhibidos en todos los campos” y eso les lleva a tomar decisiones “demasiado rápido”. Optan por lo inmediato, sin sopesar las repercusiones, y no valoran las acciones a largo plazo. Según Barkley, el papel de la educación (padres y maestros) en este trastorno es muy importante.

Según el especialista, en el tratamiento del TDAH la medicación no es suficiente; son necesarias intervenciones sociales. Cuando se les explica a los padres que el TDAH “es la diabetes de la Psiquiatría”, empiezan a entender este trastorno, ya que, aunque no se cura, se puede tratar para reducir el daño secundario que se produciría en caso de no actuar. “Es un tratamiento día a día, que durará siempre que el riesgo siga existiendo”, ha advertido.

Fuente: Comunidad TDAH

“El diagnóstico del TDAH en adultos es muchísimo más fácil que en niños”


“El diagnóstico del TDAH en adultos es muchísimo más fácil que en niños”
por Fundación Educación Activa





El psiquiatra Josep Antoni Ramos Quiroga es el coordinador del Programa de TDAH del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y está especializado en el tratamiento de adultos. Para explicar por qué el diagnóstico en adultos es “muchísimo más fácil” que en niños, compara el TDAH con una película: “al ser un trastorno crónico que se inicia en la infancia, el adulto nos permite ver su película en 30 fotogramas, uno por cada año de vida, mientras que en la película de un niño solo ves cinco, seis o siete fotogramas”.

¿Cuál es su visión del TDAH?
Es un trastorno que se inicia en la infancia y que, en muchos casos, perdura a lo largo de la vida y puede llegar a la edad adulta. Es el TDAH juegan un papel importante alteraciones que tienen que ver con la maduración cerebral y el neurodesarrollo. Por desgracia, todavía no se conoce bien a nivel social porque se vincula con exceso a errores educativos, incluso hasta llegar a cuestionar su existencia. Realmente, las personas que estamos día a día con pacientes, y que intentamos resolver los problemas que tienen, vemos lo que sufren, ya de niños, así como sus familias. Si no lo hacemos bien, tenemos unos altos costes personales y sociales. Si lo hacemos bien, en la gran mayoría de los casos se pueden reducir esos costes.

Ramos Quiroga diferencia tres tipos de adultos con TDAH.
Está especializado en el tratamiento de adultos con TDAH, ¿cómo es el paciente que ve habitualmente?
Se pueden diferenciar tres tipos. El primero sería el paciente en tratamiento desde la infancia, cuyo trastorno persiste al llegar a la edad adulta, y al que los especialistas en Psiquiatría infantil derivan al servicio de adultos. En la gran mayoría de los casos hay una evolución buena.

Otro perfil es el adulto joven no diagnosticado de pequeño que llega a la consulta con excesivas problemáticas. Es más difícil empezar el tratamiento porque ya hay muchos costes que vienen desde el pasado y que limitan la buena evolución. Aún así, es posible tratarle y que las cosas mejoren.

El tercero sería el paciente derivado desde centros de drogodependencias. Hoy día, el médico experto en drogas ya tiene un buen conocimiento sobre el TDAH y diagnostica el trastorno en ese paciente adulto, que no había sido diagnosticado de pequeño.

¿Qué busca el adulto cuando llega a la consulta? ¿Tratamiento? ¿Información?
Busca resolver problemas que tiene desde hace muchos años y que están afectando a su vida. Emocionalmente, me cuesta ver a gente que, después de hacer el diagnóstico, rompe a llorar porque se da cuenta de que ha sufrido muchos años por algo que tiene un tratamiento y que es relativamente fácil de diagnosticar.

¿Hay casos en los que, al diagnosticar a niños con TDAH, se observa que algunos padres tienen el mismo trastorno?
Es una situación bastante frecuente. Al diagnosticar a un niño con TDAH, uno de los padres se puede ver identificado porque de pequeño tenía los mismos síntomas, síntomas que continúan y le dan problemas, pero no entiende por qué. Al ver que eso mismo que le sucede a él tiene un nombre y una solución, suelen consultar.

¿Qué herramientas utiliza el especialista para diagnosticar el TDAH en adultos?
El diagnóstico en adultos es muchísimo más fácil que en niños porque, al ser un trastorno crónico que se inicia en la infancia, el adulto nos permite ver su película en 30 fotogramas, uno por cada año de vida. Si nos pasan una película con solo cinco fotogramas, a no ser que salga el personaje clave, seguramente el diagnóstico será más difícil. En los adultos puedes ver como en todas las etapas de la vida han existido esos síntomas y han producido un impacto negativo en la evolución de la persona.

El psiquiatra detalla cómo es el diagnóstico en adultos.
Los instrumentos de evaluación han mejorado muchísimo. El diagnóstico del TDAH es clínico, con una entrevista con el paciente y, si es posible, con algún familiar que conozca a esa persona desde la infancia. Pero, además, tenemos instrumentos, como entrevistas semiestructuradas, para revisar cada uno de los 18 síntomas del TDAH en la infancia y en la edad adulta, que ponen ejemplos para que el paciente se pueda ver identificado y que evalúan el impacto en diferentes áreas de la vida del paciente.
También tenemos entrevistas que permiten evaluar el trastorno en adultos que consultan no por el TDAH, sino por problemas de drogas, que permiten un diagnóstico diferencial de si esos síntomas del TDAH son por las drogas o por el propio TDAH.
Luego hay una serie de escalas que permiten evaluar la intensidad de los síntomas del TDAH e, incluso, escalas que pueden ayudarnos para cuantificar el impacto funcional que tiene el TDAH.

Una vez diagnosticado el TDAH, ¿cuáles son los pasos a seguir?
En el caso del adulto no se diferencia a lo que hacemos en niños o adolescentes. El primer paso, que es fundamental y que tendría que ser universal para todo paciente, es transmitir desde la visita médica aspectos de psicoeducación: qué es el TDAH, qué implica, qué posibilidades tenemos de manejo, etc. Afortunadamente, es un trastorno que tiene diferentes opciones, que tendremos que aplicar, combinadas o no, en función de las características del paciente, del tipo de TDAH, de la gravedad que tenga y del impacto.
Una vez hecho este aspecto psicoeducativo, es muy importante, conjuntamente con el paciente, pactar y dialogar sobre cuál va a ser el tratamiento más adecuado e idóneo para él. Habrá pacientes que empezarán con un tratamiento psicológico cognitivo-conductual o, incluso, unas sesiones de psicoeducación, que puede ser suficiente para manejar los síntomas; otros casos mucho más graves empezarán con tratamiento farmacológico asociado al tratamiento psicológico; y en otros casos, dependiendo de los síntomas que tengan, a lo mejor solo aplicamos el tratamiento farmacológico.

¿En el caso de los adultos también es importante cambiar hábitos y corregirlos?
Sin duda. Es fundamental y, de hecho, es una de las grandes diferencias que tenemos entre niños que llegan a la edad adulta con TDAH y adultos diagnosticados en la edad adulta. ¿Por qué? Porque la gran mayoría de esos niños han recibido psicoeducación y pautas a nivel conductual: manejo de la agenda, control de la ira, gestión del tiempo… Esto en los adultos también va a ser útil, pero hay que empezarlo en una edad más avanzada en la cual hay muchos hábitos y creencias de cómo se ve uno a sí mismo que tendremos que modificar. Eso, afortunadamente, es posible gracias a los diferentes tratamientos de tipo psicológico que existen.

¿El tratamiento farmacológico es tan efectivo en los adultos como en los niños?
Es curioso que, quizá, el TDAH es el único trastorno psiquiátrico en el que hay muchísimas más evidencias científicas de la eficacia y seguridad de los psicofármacos en niños que en adultos. Los estudios en adultos muestran que los estimulantes son tratamientos muy eficaces para el TDAH, quizá menos que en niños, pero, aún así, tienen una eficacia superior a la que puede tener cualquier antidepresivo para el manejo de la depresión en la población adulta. Y los fármacos no estimulantes también han demostrado una eficacia importante en el tratamiento de los adultos con TDAH.

¿Cuáles son los primeros cambios que nota el adulto cuando empieza el tratamiento?
El adulto, en comparación con los niños, tiene muchísimas más variables que manejar al mismo tiempo. El niño tiene una familia que puede marcar unas pautas, unos hábitos y un control de la agenda, pero el adulto no, tiene que ser él mismo quien gestione eso y tiene muchas más variables que gestionar en su vida. Eso hace que, paradójicamente, a veces ser más intensa la repercusión del TDAH en el adulto.
Lo primero que experimenta el adulto cuando viene a la visita es el gran alivio de saber qué es lo que le pasa y de entender por qué le pasa, y eso ya es muy importante. Si conseguimos trasladarle rutinas en el manejo de la agenda; en el control de la ira, de la impulsividad y de la hiperactividad; y hábitos para no perder objetos y poder mejorar la atención, vemos que va mejorando. El gran impacto del abordaje farmacológico es que realmente esa persona tenga la capacidad de mantener la atención. Si lo combinamos con tratamiento psicológico haremos que esa persona aprenda cómo manejar la atención y utilizar el autocontrol.

Las consecuencias de no tratar el TDAH en adultos.
¿Qué consecuencias tiene que el adulto con TDAH no esté tratado?
Bajo mi punto de vista, el TDAH se ha banalizado en muchas ocasiones y se ha circunscrito solo a un hecho de buen o mal comportamiento, o a un hecho de buenas o malas notas. Si uno revisa la literatura científica, puede observar como el TDAH se asocia en algunas ocasiones a conductas delictivas y antisociales en algunos pacientes. En estudios en prisiones se observa que hay hasta un 25 o 30 por ciento de pacientes en prisión que tienen TDAH. Esta es una de las consecuencias más negativas del TDAH. Afortunadamente, eso solo sucede en el 10 por ciento de las personas con TDAH y suele ser habitual que sean personas que nunca han recibido un diagnóstico, que nunca han hecho un tratamiento correcto y que han tenido un ambiente cotidiano distorsionado.
Otro de los impactos importantes, que va muy asociado a la criminalidad, es el consumo de tóxicos. A lo largo de la vida, el 40 por ciento de los pacientes va a tener un trastorno por uso de sustancias. A los clínicos saber eso, que obviamente no es positivo, nos da la oportunidad inmensa de poder hacer una prevención desde la edad infantil. Hay día hay excelentes tratamientos a nivel psicológico para prevenir esas conductas en el ámbito de las drogodependencias e, incluso, tratamientos farmacológicos que pueden reducir ese riesgo en la infancia y la adolescencia.
Otra consecuencia negativa que tiene el TDAH son las situaciones que vinculan el déficit de atención y la impulsividad con los accidentes de tráfico. Los estudios en ese sentido son bastante contundentes en cuanto a las estadísticas de accidentes y multas por exceso de velocidad entre pacientes con y sin TDAH.

¿Cómo evolucionan el déficit de atención y la hiperactividad en la edad adulta?
Habitualmente, el déficit de atención se mantiene de una manera muy constante a lo largo de la vida, los síntomas no cambian de forma importante. En cambio, en la hiperactividad sí que encontramos cambios, incluso en la expresión de esa hiperactividad. No es tan externa, de alguien que no para de moverse, sino más interna. Las personas se sienten muy incómodas cuando tienen que estar sentadas, les cuesta relajarse, tienen un movimiento constante de los pies o de las manos…
En cuanto a la impulsividad, está en un término intermedio; mejora con la edad, pero no tanto como la hiperactividad y, de hecho, en muchas ocasiones la impulsividad deriva a otros síntomas muy importantes en el TDAH, como la inestabilidad emocional. En los adultos, esa inestabilidad emocional, que ya existe muchas veces en la infancia, puede persistir en la edad adulta: los cambios constantes de ánimos, la dificultad para controlar los impulsos, para tolerar la frustración, para adaptarse al cambio…

¿Se puede predecir cómo evolucionará el TDAH?
Hoy día hay suficientes datos, a diferentes niveles, que nos permiten predecir la mala evolución del TDAH. Un paciente con TDAH que, además, tiene muchísimo trastorno de conducta, un trastorno disocial o un trastorno negativista-desafiante muy intenso, tendrá especial riesgo y especial vulnerabilidad a una mala evolución posterior.
Un ambiente psicosocial adverso o un contexto de pocos recursos económicos, de poco apoyo y poca estructura familiar, también es una situación de riesgo para una mala evolución del TDAH. Además, a nivel genético empiezan a salir trabajos que demuestran que hay una cierta asociación entre determinadas variantes genéticas y el mayor riesgo de drogodependencia en estos pacientes.

El TDAH y la adicción a las nuevas tecnologías.
Lo importante es que el médico, de forma individualizada, evalúe los riesgos de cada paciente y que tengamos la posibilidad de hacer una prevención intensa. Quienes se quedan con el discurso de que esto no existe, de que es una cuestión social, están muy lejos de la realidad. Las primeras descripciones del TDAH y los primeros fármacos son del siglo pasado; la primera molécula que demostró cierta eficacia se descubrió en 1936 y las primeras descripciones clínicas son de 1902. Si nos quedamos con este discurso de salón, predicado por gente que o no tiene que lidiar con los problemas de los pacientes con TDAH día a día, evolucionará hacia lo que yo llamo “TDAH con metástasis”, con otras problemáticas.

¿Qué mensaje en positivo da a las personas recién diagnosticadas con TDAH?
Para mí, lo más positivo es, primero, que tenemos recursos para lidiar con el TDAH y un buen conocimiento. Todavía nos faltan muchas cosas por conocer, desde luego, pero no hay temas cerrados en la medicina. Es un tema científico que vamos conociendo a medida que vamos caminado, pero, hoy día, tenemos buenas alternativas.
Cuando el adulto llega a la consulta lo importante es focalizar la atención en aquello que ha ido muy bien durante los años, no en lo que ha ido mal.
Y, si hablamos de niños y adolescentes, lo importante es el aspecto preventivo. Conocemos mucho de lo que pasa con el TDAH a lo largo de los años y tenemos que poner todos los esfuerzos para hacer prevención, sobre todo de las drogas, pero no solo de las ilegales, también del tabaco. Siempre me gusta decirles que el TDAH no les va a matar, pero el tabaco, si no hacemos algo en ese sentido, sí que va a tener consecuencias más dramáticas.

Fuente: www.comunidad-tdah.com

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¿Qué es el TDAH?

Se trata de un trastorno de origen neurobiológico y que puede presentar 3 síntomas: •Déficit de Atención. •Hiperactividad. •Impulsividad. DEFICIT DE ATENCIÓN •Dificultades para mantener la atención concentración. •Parece que no escucha. •No siguen instrucciones. •No termina actividades. •Dificultades para organizar tareas. •Dificultades para retener datos y órdenes. •Extravían objetos. •Evitan esfuerzo mental. •Se distraen. •Descuidados en actividades diarias y actividades académicas. HIPERACTIDAD •Se remueve en su asiento. •Abandona su asiento. •Corren, saltan en situaciones inapropiadas. •Dificultades para dedicarse a actividades tranquilas. •Siempre en movimiento. •Necesidad de cambiar de actividad continuamente. •Hablan en exceso. •Propensos a los accidentes. •Dificultades en la coordinación motora. IMPULSIVIDAD •Actúan antes de pensar. •Precipitan respuestas. •Dificultades para guardar turnos. •Interrumpen actividades o conversaciones. •Dificultades para medir las consecuencias de sus actos. Afecta entre un 3-7% de la población infanto-juvenil.

TDAH: lo que los padres deberían saber

TDAH: lo que los padres deberían saber ¿Qué es el TDAH? Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH (ADHD en inglés) es el nombre que se le da a un grupo de comportamientos que muchos niños y adultos presentan. Las personas que padecen TDAH tienen dificultad para prestar atención en el colegio, en la casa o en el trabajo. Pueden ser mucho más activas o impulsivas de lo que es usual para su edad. Estos comportamientos contribuyen a causar problemas significativos en las relaciones, en el aprendizaje y en el comportamiento. Por esta razón, los niños que tienen TDAH algunas veces son vistos como niños difíciles o que tienen problemas del comportamiento. El TDAH es más frecuente en los niños que en las niñas. Usted puede estar más familiarizado con el término trastorno por déficit de atención, TDA (ADD en inglés). La Asociación estadounidense de psiquiatría (American Psychiatric Association, APA) cambió el nombre de este trastorno en 1994. ¿Cuáles son los síntomas del TDAH? El niño con TDAH que es desatento tendrá seis (6) o más de los siguientes síntomas: •Le cuesta trabajo seguir instrucciones •Tiene dificultad para mantener su atención fija en actividades de trabajo o de juego en el colegio y en la casa •Pierde las cosas necesarias para realizar actividades en el colegio y en la casa •Parece como que no escucha con atención •No le presta atención a los detalles •Parece desorganizado •Tiene dificultad con las cosas que requieren planeación •Olvida las cosas •Se distrae con facilidad El niño con TDAH que es hiperactivo o impulsivo tendrá al menos seis (6) de los siguientes síntomas: •Es inquieto •Corre o se trepa inadecuadamente •No puede jugar en silencio •Responde de forma intempestiva •Interrumpe a las personas •No puede quedarse sentado •Habla demasiado •Siempre se está moviendo •Tiene dificultad para esperar su turno Los niños que tienen TDAH presentan síntomas durante al menos seis (6) meses. ¿Qué debo hacer si pienso que mi niño tiene TDAH? Hable con el médico de su niño. Un diagnóstico de TDAH puede hacerse solamente obteniendo información acerca del comportamiento de su niño por parte de varias personas que conozcan al niño. Su médico le hará preguntas y querrá obtener información de los maestros de su niño o de cualquier persona que esté familiarizada con el comportamiento de su niño. Su médico puede tener formas o listas para chequear, que usted y el maestro de su niño pueden completar. Esto lo ayudará a usted y a su médico a comparar el comportamiento de su niño con el de otros niños. Su médico probablemente querrá hacer exámenes de la vista y de la audición si es que estos no se le han hecho recientemente. Su médico le puede recomendar que pruebe un medicamento para ver si esto ayuda a controlar el comportamiento hiperactivo de su niño. Una prueba con el medicamento solamente no puede ser la base para diagnosticar el TDAH. Sin embargo, puede ser una parte importante de la evaluación de su niño en caso de sospecharse el TDAH. Puede ser difícil para su médico saber si su niño tiene TDAH. Muchos niños que tienen TDAH no son hiperactivos en el consultorio del médico. Por este motivo, es posible que su médico quiera que usted vea a alguien que se especialice en ayudar a niños con problemas de comportamiento, tal como un psicólogo. ¿Cuáles son las causas del TDAH? Los niños que tienen TDAH no producen suficientes substancias químicas en áreas claves del cerebro que son responsables de organizar el pensamiento. Sin tener una cantidad suficiente de esas substancias químicas, los centros del cerebro que se encargan de la organización no funcionan bien. Esto da lugar a los síntomas en los niños que tienen TDAH. Las investigaciones muestran que el TDAH es más común en niños que tienen parientes cercanos con este trastorno. Investigaciones recientes también han asociado el uso del cigarrillo y de otras substancias de abuso durante el embarazo, con el TDAH. La exposición a toxinas del medio ambiente, tales como plomo, también puede ser un factor. Cosas que no causan el TDAH: •Una mala crianza; no obstante, una vida familiar y un ambiente escolar desorganizados empeoran los síntomas. •Demasiada azúcar •Muy poca azúcar •Aspartamo (un nombre de marca: Nutrasweet) •Alergias a los alimentos u otras alergias •Falta de vitaminas •Luces fluorescentes •Ver demasiada televisión •Los juegos de vídeo ¿Qué medicamentos se usan para tratar el TDAH? Algunos de los medicamentos para el TDAH son metilfenidato, dextroanfetamina, atomoxetina y un fármaco que combina dextroanfetamina y anfetamina. Estos medicamentos mejoran la atención y la concentración, y disminuyen los comportamientos impulsivos y de excesiva actividad. También se pueden usar otros medicamentos para tratar el TDAH. Hable con su médico para ver qué tratamiento él o ella le recomienda. ¿Qué más puedo hacer para ayudar a mi niño? Un esfuerzo en equipo por parte de los padres, profesores y médicos trabajando en conjunto es la mejor manera de ayudar a su niño. Puede ser difícil criar a los niños que tienen TDAH. Es posible que tengan dificultad para comprender instrucciones, y el estado de actividad constante puede constituir un desafío para los adultos. Además, los niños que tienen TDAH tienden a necesitar más estructura y expectativas más claras. Usted puede tener que cambiar su vida un poco para ayudar a su niño. He aquí algunas cosas que usted puede hacer para ayudar: •Haga un horario. Fije horas específicas para levantarse, comer, jugar, hacer tarea, hacer quehaceres, mirar televisión o jugar juegos de vídeo, y para acostarse. Ponga el horario donde el niño siempre lo pueda ver. Explíquele anticipadamente cualquier cambio en la rutina. •Simplifique las reglas de la casa. Es importante explicar lo que pasará cuando se cumplan las reglas y cuando no se cumplan éstas. Escriba las reglas y las consecuencias de no obedecerlas. •Asegúrese de que sus instrucciones son comprendidas. Haga que su niño le preste atención y háblele mirándolo directamente a los ojos. Luego, con voz clara y calma, dígale al niño específicamente lo que usted desea. Mantenga las instrucciones simples y cortas. Pídale al niño que le repita las instrucciones a usted. •Premie el buen comportamiento. Felicite a su niño cuando él o ella complete cada paso de una tarea. •Asegúrese de que su niño sea supervisado en todo momento. Debido a que son impulsivos, los niños que tienen TDAH pueden necesitar más supervisión por parte de los adultos que otros niños de la misma edad. •Observe a su niño cuando él o ella esté alrededor de sus amigos. A veces resulta difícil para los niños que tienen TDAH aprender habilidades sociales. Premie el buen comportamiento durante el juego. •Fije una rutina para hacer las tareas. Escoja un lugar fijo para hacer la tarea lejos de distracciones tales como otras personas, televisión y juegos de vídeo. Divida el tiempo para hacer tarea en sesiones cortas y permita descansos. •Concéntrese en el esfuerzo y no en las calificaciones. Premie a su niño cuando él o ella trata de terminar la tarea escolar, no solamente por sacar una buena calificación. Usted puede dar premios adicionales por obtener mejores calificaciones. •Hable con los maestros de su niño. Averigüe cómo le está yendo a su niño en el colegio, en la clase, en el recreo y en la hora de la comida del mediodía. Pida que los maestros le den notas sobre el progreso diario o semanal. Algunos niños se benefician del asesoramiento psicológico o de la terapia estructurada. Puede resultar beneficioso para las familias hablar con un especialista en el manejo del comportamiento y los problemas de aprendizaje relacionados con el TDAH. Algunos estudios han demostrado que algunos colorantes y conservantes de alimentos pueden causar o empeorar el comportamiento hiperactivo en algunos niños. Hable con su médico para saber si necesita realizar algún cambio en la dieta de su niño. ¿Mi hijo va a superar el TDAH? Antes solíamos pensar que los niños superarían el TDAH. Sabemos que esto no es cierto en la mayoría de los niños. Los síntomas del TDAH con frecuencia mejoran a medida que los niños crecen y aprenden a adaptarse. La hiperactividad generalmente desaparece en los años de la adolescencia tardía. Pero cerca de la mitad de los niños que tienen TDAH continúan distrayéndose con facilidad, teniendo cambios en el humor, siendo malhumorados y son incapaces de completar tareas. Los niños que tienen padres afectuosos que les brindan apoyo y que trabajan conjuntamente con el personal del colegio, con los trabajadores de salud mental y con el médico tienen la mejor probabilidad de convertirse en adultos bien adaptados. Fuente: http://familydoctor.org/online/famdoces/home/children/parents/behavior/118.html

NOTA

LO QUE AÚN NO SE HA CONSEGUIDO

Entorno adecuado. Aunque se sitúa a los alumnos en las primeras filas y los tutores encargados de vigilar los exámenes saben de qué alumnos se trata, las pruebas aún se hacen en aulas demasiado pobladas, cuando estos estudiantes rendirían más en clases más reducidas. Distribución diferente de las pruebas. Los expertos recomiendan que los alumnos con TDAH puedan combinar las pruebas en función de su dificultad, es decir no hacer el mismo día lengua y matemáticas. De momento, tienen que seguir el orden establecidos: el primer día se concentran todas las de las áreas lingüísticas. Modificación del estilo de evaluación. Desde la Fundación ADANA se pide que no tengan que hacer un sobreesfuerzo narrativo en las respuestas de los exámenes, por eso piden preguntas abiertas y otras de opción múltiple. Evaluación. Este es el aspecto más importante de las demandas: las familias afectadas reclaman que la evaluación la realicen personas conocedoras del trastorno, sus repercusiones lingüísticas y dificultades para ordenar ideas.

PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

Adaptaciones de acceso JUSTIFICACIÓN El TDAH es un trastorno de ejecución, de rendimiento, no de aprendizaje (Barkley 2005). Son alumnos con verdaderas dificultades para trabajar con lo que saben o han aprendido anteriormente lo que se refleja a la hora de demostrar los conocimientos adquiridos en el momento de ejecutar una prueba. Sus principales dificultades son: 1.- Capacidad atencional mermada ante una tarea compleja y larga, lo que repercute en dificultades para estructurar, organizar y planificar la información. 2.- Pocas habilidades lingüísticas de narración escrita. 3.- Cometen errores durante los exámenes a la hora de identificar las ideas relevantes y expresarlas de forma ordenada. El discurso es pobre, desorganizado, exento de aspectos importantes y con interferencias no relevantes. 4.- La impulsividad provoca la precipitación en las respuestas, dedicar poco tiempo a los aspectos importantes y demasiado a los detalles. PROPUESTA DE ADAPTACIONES PARA ALUMNOS CON TDAH ESPACIO Y TIEMPO * Aulas reducidas: proporcionar un espacio o entorno adecuado que facilite la atención (para disminuir los estímulos distractores). * Respetar el tiempo que el alumno necesita para realizar la prueba. * Marcadores de tiempo: Hacer recordatorios durante la prueba del tiempo que queda. * Descansos: Dividir las pruebas en partes y hacer pequeños descansos entre prueba y prueba (cansancio y sobreesfuerzo provoca que cometan errores y mala presentación). DISTRIBUCION DE LAS PRUEBAS * Modificar el orden establecido de la aplicación de las pruebas para que se puedan combinar en función de su dificultad. SUPERVISION * Antes de empezar la prueba, leer en voz alta el examen y verificar que el alumno entiende las preguntas. * Permitir en cualquier momento el acceso a las instrucciones. * Recordar al alumno que revise el examen antes de entregarlo y supervisar que ha respondido todo antes de que entregue la prueba. * Si no consigue centrarse en la prueba, guiarlo para ayudarle a reconducir la atención. FORMATO * Intentar que el enunciado sea sencillo y concreto. * Destacar las palabras clave en negrita * Evitar dar más de una instrucción a la vez. * Combinar diferentes formatos de preguntas en una misma prueba: combinar preguntas abiertas y de opción múltiple. * Preguntas abiertas: ofrecer una guía de la estructura. * En las preguntas de respuesta corta dejar el espacio aproximado para responder. SISTEMA DE CORRECCION Tener en cuenta el trastorno a la hora de corregir los exámenes y no perder la perspectiva de dificultad. Los alumnos con TDAH deberían ser evaluados por personas con conocimientos sobre el trastorno para poder distinguir si nos encontramos ante un alumno con TDAH que no dispone de los conocimientos, de otro que presenta serias dificultades para demostrar lo que sabe. STILL - Asociación balear de padres de niños con TDAH stilltdah@yahoo.es www.still-tdah.com Telf. 97 149 86 67 – Columba Suinaga