EL OBJETIVO DE ESTE BLOG ES "LLAMAR LA ATENCIÓN" SOBRE LA EXISTENCIA DEL TDAH EN
ADOLESCENTES Y ADULTOS





El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual con bases neurobiológicas y un fuerte componente genético.




Se trata de un trastorno neurológico del comportamiento caracterizado por distracción moderada a severa, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.



El Déficit de Atención con Hiperactividad está relacionado con una falta de balance en la producción cerebral de dos neurotransmisores: Dopamina y Noradrenalina.



El TDAH como entidad clínica se encuentra recogido en la Clasificación internacional de enfermedades, décima revisión (CIE-10), la cual representa un marco etiológico.

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sábado, agosto 24, 2013

TDAH Adultos Que genera el trabajo con ellos




Publicado el 13/08/2013

Trabajar con personas afectadas por Deficit de Atencion es siempre un desafío. El problema se manifiesta principalmente en el adulto, por el desconocimiento de su presencia, y por ciertos comportamientos poco predecibles, o inadecuados para la madurez cronológica de quien lo padece. El estrés por tanto es una consecuencia frecuente, el cansancio, la repetición de sesiones ausentes, falta de compromiso, genera un feedback de rechazo. A pesar de la gran situación de cambio producida por el tratamiento, pocos profesionales resisten el embate de tantas dificultades. Es necesario el correcto entendimiento para diseñar estructuras de trabajo conjunta exitosas.
 

ADHD: Una discapacidad poco entendida

Recuerdo un día, hace al menos 15 años, en que conversaba con mi manicurista sobre nuestros hijos. La mía habrá tenido en ese entonces unos 16 años. Estaba en plena edad rebelde, con problemas académicos, un novio que no me gustaba, en fin, no veía el día en que madurara y se encaminara. Estela, con la lima en una mano y mi mano en otra, me miró por encima de sus espejuelos y me dijo: “No va a mejorar. Mira a Juán”.
ADHD
Juán, el hijo de mi manicurista, habrá tenido entonces ya sus 30 y pico, pero aún no encontraba su rumbo, no le duraban los trabajos ni las relaciones sentimentales, y en ese momento pensaba en (de nuevo) empezar algún curso técnico que le permitiera independizarse.
Las palabras de Estela me pararon en seco. Me resistí a pensar que mi hija (tan linda, con ese corazón tan grande, ¡con tanto futuro por delante!) no fuera a sobrellevar los problemas que desde niña nos habían llevado a consultar sicólogos, consejeros académicos, y un sin fin de tutores. Desde los 8 años le habían diagnosticado ADHD, o sea Attention Deficit Hyperactivity Disorder (en español, TDAH, trastorno de déficit de atención e hiperactividad), un trastorno neurológico que afecta la capacidad de concentración del individuo y produce falta de memoria, ansiedad, depresión, impulsividad, falta de autoestima, y otros síntomas relacionados. Pero bueno, era cuestión de seguir las indicaciones de los expertos, buscar maestros especializados, experimentar con medicamentos y apoyarla, ¿no? Entonces saldría adelante. Igual que su hermano mayor y todos los demás miembros de la familia.
Lo que no sabía entonces es que un 60% de los niños afectados —se piensa que esta cifra puede ser incluso mayor— continúan batallando por controlar sus síntomas aún en la adultez. Los adultos con ADHD tienden a cambiar frecuentemente de empleo, tener problemas de pareja, un estatus socioeconómico por debajo del promedio, y una mayor tendencia a fumar o a usar drogas. Ahora multipliquen por los aproximadamente 9 millones de adultos en Estados Unidos que tienen ADHD. Es un panorama poco alentador. Y lo más triste es que tanto ellos mismos como los que los rodean tienden a pensar que es un problema de voluntad y de moral, no de conexiones neurológicas. O piensan que son estúpidos o débiles. Una percepción cruel, porque no tiene nada que ver con inteligencia o ética. De hecho, la tendencia médica cada vez apoya más la clasificación de ADHD como un trastorno crónico que en sus expresiones extremas puede clasificarse como discapacidad.
Es frustrante. Lo fue y lo sigue siendo para mi hija, para mí, y para el resto de la familia. Y ni hablar del desgaste emocional. Además, preocupante. ¿Qué será de ella cuando yo ya no pueda ayudarla?
“You’re an enabler,” se lo facilitas todo, me dicen mis hermanas. Es muy posible que tengan razón. “Déjala que se responsabilice por sus cosas y que pague las consecuencias de lo que haga”. Más claro que el agua, ¿verdad?
La realidad es que las personas con ADHD necesitan una red de apoyo, no importa la edad. De hecho, a medida que pasan los años los cambios fisiológicos pueden intensificar los síntomas, sobre todo en mujeres de más de 50 años o experimentando la menopausia. La buena nueva es que existen numerosas redes de apoyo, y medicamentos y terapias para ayudar a controlar o compensar los síntomas.
¿Padeces o conoces a alguien con ADHD? Comparte tus experiencias aquí, nos encantaría oirlas.

Fuente: http://blog.aarp.org/2013/08/21/adhd-una-discapacidad-poco-entendida-espanol/

La incomprensión: El verdadero trastorno del Déficit de Atención y la Hiperactividad

Se puede hablar mucho sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, pero la gente de la calle, ni siquiera nuestros allegados más cercanos, nunca entenderá realmente qué es mientras médicos, psiquiatras, prensa, asociaciones, editoriales, comercios, etc. lo sigan tratando como 1) un asunto “de niños” y 2) un asunto educativo o pedagógico.
Un “niño hiperactivo” no es un niño inquieto, revoltoso, rebelde, pasota, lleno de energía, despistado, etc. sin más, sino un niño con cierta condición cerebral al que le resulta imposible estarse quieto o terminar los deberes del cole, por más que se le pretenda convencer.
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De forma idéntica, un adulto con TDAH (que a ver cuándo muchos se empiezan a enterar: sí, también existe) no es una persona olvidadiza, despistada o irresponsable sin más, sino una persona a la que esa condición cerebral le impide (o le implica grandes obstáculos) realizar ciertas funciones ejecutivas en su corteza prefrontal: No es que un adulto con Déficit de Atención no se proponga de forma lo suficientemente seria cosas como esforzarse mentalmente, procurar recordar lo que acaba de oír, o terminar lo que empieza, sino muy al contrario, las personas con TDAH sufrimos algo parecido a un “pequeño -y a veces no tan pequeño- estrés permanente” en buena medida porque precisamente estamos todo el santo día forzando nuestra mente. No tenemos falta de atención porque no nos esforcemos, sino que nos cuesta horrores concentrarnos incluso cuando lo pasamos fatal intentando conseguirlo. Para cuando alguien me insiste en intentar recordar qué tenía que hacer esta tarde, yo ya llevo un buen rato sintiéndome frustrado, sin conseguirlo. No necesito más exámenes ni ejercicios mentales; gracias.
Me he encontrado con situaciones en las que se me “invitaba” a abandonar mis notas y calendarios, cuando no una clara obligación a prescindir de ellos, con el pretexto de que “así ejercitas la mente” o sencillamente porque “no queda bien de cara a la gente”. Estas personas no comprenden que rodearnos de agendas y listas de tareas no es una manía de nuestro Trastorno, sino un apoyo que necesitamos y que nos ayuda a no sentirnos unos completos inútiles. Habiendo conocido lo que es el Trastorno ya como adulto, me resulta curioso recordar las muchas veces siendo joven que se me negaba ese apoyo externo. Claro, entonces uno no era TDAH, sino “un poquito lento”, que era la forma diplomática de considerarme un zoquete que pasaba de estudiar porque le daba la gana. ¡Oh, sí, me encantaba suspender exámenes y repetir cursos!
Y es que socialmente no está del todo bien visto -con toda la razón del mundo- ser despistado, torpe, lento, distraído, dejado, olvidadizo, procrastinador… Lo que no se suele tener en cuenta es que la gente con TDAH no es que no se esfuerce en evitar dichos comportamientos, sino que cae en ellos incluso esforzándose y dándose cuenta: De ahí buena parte de la ansiedad. Pedir a un TDAH que no dependa de sus agendas, calendarios, recordatorios, o no dejarle cambiar de ambiente cada poco rato, comprometiéndole a pasar una tarde entera en un mismo sitio -incluso cuando es un lugar agradable y sosegado- es como pedirle a un ciego que “se esfuerce” en arreglárselas sin el bastón o el perro, o como pretender que un músico interprete una sinfonía que acaba de conocer sin facilitarle la partitura. Además, la discronía -la percepción distorsionada del tiempo- hace que para nosotros, pasar muchas horas en el sofá delante de la tele nos aburra desesperadamente en lugar de ser una oportunidad para no hacer nada, desconectar, relajarse… Para un TDAH, no hacer nada puede ser tan agobiante como para un niño superdotado hacer dibujitos de primaria: No soy un amargado ni un maleducado; es que ni lo puedo evitar ni tengo por qué. Vamos a hablar claro de una vez: ¿Por qué si una persona es alérgica al polen, no se la obliga a estar en un parque en primavera y a joderse, pero cuando una persona tiene Déficit de Atención sí se siente forzada a recordar, cumplir, planificar, callarse, sentarse, organizarse, etc.? Me recuerda a la gente que sufre fobias. Si tienes colesterol, debes tratarlo porque es malo y estás enfermo, pero si tienes un pánico insoportable a -por ejemplo- los gatos… eres un tío raro con manías y tonterías.
¿Por qué unos casos son respetables y otros no? Cuando digo que tengo problema de atención, NO me refiero a que soy “despistado”. Cuando digo que soy hiperactivo, NO me refiero a que soy “inquieto”. No quiero sentirme orgulloso de ser TDAH. No me hace gracia ser TDAH. Si insisto en que la gente comprenda un poco mejor cómo funciona nuestro cerebro, es para ganar visibilidad y comprensión, exista una noción más cercana a la realidad sobre el Trastorno, y poco a poco existan avances científicos. Porque está claro que muchos médicos tienen mucho que aprender. No, señor psiquiatra, no necesito Rivotril y convertirme en un zombi, sino una observación rigurosa y un diagnóstico acertado. Y no puede haber diagnóstico acertado mientras haya psiquiatras, psicólogos y demás “expertos” que en realidad no saben cómo es vivir con TDAH. Así que por lo menos, intento contribuir a que parientes y amigos sí lo sepan, aunque sea por encima, y lo tengan en consideración.
Por eso escribo este blog. Porque me he dado cuenta de que la única forma de dar a entender el Trastorno es vivirlo e intentar explicarlo… todo lo mejor que el propio Trastorno me permita.

Fuente: http://queteniaquehaceryo.wordpress.com/2013/08/14/la-incomprension-el-verdadero-trastorno-del-deficit-de-atencion-y-la-hiperactividad/

miércoles, agosto 21, 2013

Entrevista a Josep Antoni Ramos Quiroga: “Las nuevas tecnologías no provocan déficit de atención”

Josep Antoni Ramos Quiroga es uno de los mayores expertos en España en investigación sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Además de ser coordinador del Programa de TDAH del Hospital Universitari Vall d'Hebron, es profesor asociado de Psiquiatría en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha participado en uno de los mayores estudios genéticos sobre los cinco trastornos psiquiátricos más importantes, publicado en Nature Genetics.
Por
13 de agosto de 2013, 11:37
Esta semana se publicaba en la prestigiosa revista Nature Genetics un trabajo de investigación pionero a nivel mundial, que demostraba la carga genética asociada a los cinco trastornos psiquiátricos más importantes. En este consorcio internacional, también participaban científicos españoles.
En ALT1040 hemos hablado con uno de los científicos participantes en el proyecto, el Dr. Josep Antoni Ramos Quiroga, perteneciente al Grupo de Investigación en Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) de Barcelona.
Grupo de investigación en psiquiatría

Josep Antoni Ramos Quiroga es uno de los mayores expertos en el conocido como trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), un síndrome muy discutido en la sociedad. Debido a que existe una elevada percepción social de que esta enfermedad está sobrediagnosticada en niños, hemos querido conocer su opinión al respecto, así como la posible influencia de las nuevas tecnologías, incluyendo Internet, dispositivos móviles y videojuegos, en la prevalencia de este trastorno.
¿Qué es exactamente el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?
El TDAH es un trastorno que se inicia en la infancia, no en la época adulta, lo cual resulta muy característico. Actualmente, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, el 6% de los niños de la población general padecen este trastorno, que puede llegar a persistir en la etapa adulta, donde tiene una frecuencia, siempre según la OMS, del 3%.
"El 6% de los niños a nivel mundial sufre déficit de atención según la OMS"El TDAH está caracterizado por una disfunción clara en el mantenimiento de la atención, y en algunos casos, viene acompañada de hiperactividad e impulsividad. Se observan niños con una hiperactividad motriz, mucha inquietud, tienden a la precipitación, a una verborrea inusual, etc.
Y aunque lo más frecuente (en un 70% de los casos) es que se den a la vez, tanto el déficit de atención como la hiperactividad, no siempre ocurre así. Hay un porcentaje menor, en torno al 20%, que sufre solo de inatención, y en un 5-10% de los casos, el problema solo es de hiperactividad.
Sin embargo, a pesar de los datos de la OMS, hay una altísima percepción social de que este trastorno está sobrediagnosticado. ¿Están los criterios diagnósticos claros o estamos confundiendo a los clásicos 'niños inquietos' con individuos con un problema más grave?
Sí que existe una percepción social interesada de que el TDAH está sobrediagnosticado, pero los criterios diagnósticos están muy claros desde hace mucho tiempo. De hecho, me duele mucho oír sandeces sobre que es un trastorno inventado. El TDAH fue diagnosticado por primera vez en 1902, seis años antes del diagnóstico de la conocida enfermedad de Alzheimer.
"El TDAH no es un trastorno inventado, se diagnosticó antes que el mal de Alzheimer"Y desde la OMS y otras entidades, se han llevado a cabo muchísimos estudios epidemiológicos que demuestran la prevalencia de este trastorno. Es más, si antes solo diagnosticabas 200 niños y en la actualidad ha mejorado el sistema de salud, igual no es un problema de supradiagnóstico, sino de que con anterioridad, existía un mal manejo de esa situación.
De hecho, en la actualidad vemos que hay personas en la edad adulta que han sufrido problemas relacionados con drogas o han tenido un mayor número de accidentes de tráfico, y en realidad son individuos en donde deberíamos haber actuado antes, ya que en realidad padecen el TDAH.
Un mejor diagnóstico precoz hubiera evitado sus problemas personales y sociales, relacionados con su falta de concentración e impulsividad en muchos casos. Y ello evitaría verdaderos dramas personales y sociales, sin duda.
Niña estudiando
Madhavi Kuram (Flickr)

Y si no estamos realizando un sobrediagnóstico, ¿no estaremos sobremedicando a estos niños en edades muy tempranas?
Sigue siendo, al igual que el supradiagnóstico, una percepción interesada. La terapia del TDAH se basa en aplicar tratamiento psicológico de tipo cognitivo-conductual, que hasta ahora es el único que ha demostrado eficacia. Y solo en los casos más graves, se usa la vía farmacológica.
"Conocemos cómo funcionan estos medicamentos desde hace más de 50 años"Pero de nuevo, vuelve a ser falso que la industria farmacéutica tenga interés en este trastorno. Los dos únicos medicamentos que se aplican en clínica son del año 36 y 56, ¿qué interés pueden tener las farmacéuticas en sobrediagnosticar el TDAH? Y al igual que no existe una sobremedicación, los efectos secundarios del fármaco que más se utiliza en la actualidad (el del año 1956), están perfectamente documentados.
Es un verdadero insulto a la inteligencia decir que no sabemos qué ocurre con estos medicamentos, cuando llevamos más de 50 años de tratamiento con ellos. A nivel mundial millones de personas han sido tratadas con este fármaco y sus efectos son perfectamente conocidos. Aunque naturalmente, hay que recordar que se trata de un medicamento, que ha de administrarse bajo prescripción médica estricta, y que no es inocuo, sino que puede presentar efectos secundarios, pero están de sobra documentados.
También existe una creencia popular que dice que las nuevas tecnologías provocan problemas de atención e hiperactividad. ¿Qué influencia han tenido la llegada de Internet, los videojuegos o los dispositivos móviles en el desarrollo de trastornos como el TDAH?
"Las nuevas tecnologías no producen problemas de atención"Me niego a creer, y así lo afirma también la evidencia científica que hay disponible, que las nuevas tecnologías aumentan la prevalencia del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Es más, en nuestro grupo estamos investigando la utilidad de videojuegos terapéuticos que ayuden a curar a las personas con TDAH. Debemos ver las nuevas tecnologías desde la perspectiva del gran potencial beneficioso que nos brindan.
Sí que es cierto, no obstante, que este trastorno tiene mucha relación e influye en personas que puedan desarrollar adicciones. Podrían existir riesgos comunes, pero esto todavía es una hipótesis, por lo que no ha sido demostrado por la ciencia. Necesitaremos más años y estudios para demostrarlo.
"Los videojuegos terapéuticos pueden ayudar a curar el TDAH"Por poner un ejemplo, nadie diría que un buen vino de Ribera del Duero es malo para la salud. Sí que lo es el abuso indiscriminado del alcohol, que puede provocar un daño hepático muy grave. Ocurre lo mismo con las nuevas tecnologías.
Siempre que se usen bien, bajo un control parental, y que no se disfruten en exceso, de forma que puedan provocarnos daños, no hay ningún problema.
Consola
JL (Flickr)

Hablando ya del estudio publicado en Nature Genetics, ¿qué impacto tendrá en medicina abordar desde la perspectiva genética los cinco trastornos psiquiátricos que habéis estudiado?
Anteriormente, por estudios poblacionales, sabíamos que había relaciones genéticas entre estos cinco trastornos psiquiátricos (esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión mayor, TDAH y autismo). Se conocía esto ya que se habían hecho estudios en gemelos o con niños adoptivos.
Sin embargo, hemos conseguido demostrar por primera vez a nivel molecular que efectivamente esa relación existe, y que se observa una mayor correlación genética entre personas con esquizofrenia y trastorno bipolar por un lado, y por otro, con TDAH y depresión.
Esto significa que en el futuro podremos hacer tratamientos mucho más personalizados. Igual que ahora en oncología, donde sabemos el riesgo genético de que se produzca una metástasis, por ejemplo, en el futuro podríamos tratar el TDAH y analizar si genéticamente es posible que alguien pueda tener depresión. Y si es así, lograríamos reducir el impacto de ambas enfermedades. Hablaríamos entonces de una medicina con un enfoque más preventivo y mucho más personalizado.
Con los nuevos avances en secuenciación, ¿podríamos hablar de tratamientos de trastornos psiquiátricos en función de nuestros genes?
En el futuro, los avances en farmacogenómica nos permitirán avanzar hacia terapias mucho más individualizadas. Por ejemplo, en función de nuestro genoma, podremos valorar qué efectos secundarios podrían aparecer en un paciente tras administrar un fármaco, y evitar esos daños.
El problema es que a día de hoy los estudios en farmacogenómica siguen utilizando muestras muy pequeñas, y son muy caros, por lo que no se ha avanzado tanto como se debería en este sentido."El cerebro tiene derecho a enfermar, y la ciencia debe responder"
Tras este estudio publicado en Nature Genetics, ¿cuál es el futuro de la investigación de este consorcio internacional?
Ahora hemos estimado, a través de cambios genéticos de un solo nucleótico (SNPs), cuál es la carga genética asociada a los trastornos que mencionábamos antes. En los próximos años, deberemos comprobar si se dan otras alteraciones genéticas importantes en estas enfermedades, y evaluar los cambios en el funcionamiento del cerebro.
Lo que está claro es que debemos aceptar que nuestro cerebro, al igual que otros órganos del cuerpo, tiene derecho a enfermar, y que nosotros debemos responder a esta situación con estudios científicos y tratamientos adecuados.

Fuente: http://alt1040.com/2013/08/entrevista-josep-antoni-ramos-Quiroga

 

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¿Qué es el TDAH?

Se trata de un trastorno de origen neurobiológico y que puede presentar 3 síntomas: •Déficit de Atención. •Hiperactividad. •Impulsividad. DEFICIT DE ATENCIÓN •Dificultades para mantener la atención concentración. •Parece que no escucha. •No siguen instrucciones. •No termina actividades. •Dificultades para organizar tareas. •Dificultades para retener datos y órdenes. •Extravían objetos. •Evitan esfuerzo mental. •Se distraen. •Descuidados en actividades diarias y actividades académicas. HIPERACTIDAD •Se remueve en su asiento. •Abandona su asiento. •Corren, saltan en situaciones inapropiadas. •Dificultades para dedicarse a actividades tranquilas. •Siempre en movimiento. •Necesidad de cambiar de actividad continuamente. •Hablan en exceso. •Propensos a los accidentes. •Dificultades en la coordinación motora. IMPULSIVIDAD •Actúan antes de pensar. •Precipitan respuestas. •Dificultades para guardar turnos. •Interrumpen actividades o conversaciones. •Dificultades para medir las consecuencias de sus actos. Afecta entre un 3-7% de la población infanto-juvenil.

TDAH: lo que los padres deberían saber

TDAH: lo que los padres deberían saber ¿Qué es el TDAH? Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH (ADHD en inglés) es el nombre que se le da a un grupo de comportamientos que muchos niños y adultos presentan. Las personas que padecen TDAH tienen dificultad para prestar atención en el colegio, en la casa o en el trabajo. Pueden ser mucho más activas o impulsivas de lo que es usual para su edad. Estos comportamientos contribuyen a causar problemas significativos en las relaciones, en el aprendizaje y en el comportamiento. Por esta razón, los niños que tienen TDAH algunas veces son vistos como niños difíciles o que tienen problemas del comportamiento. El TDAH es más frecuente en los niños que en las niñas. Usted puede estar más familiarizado con el término trastorno por déficit de atención, TDA (ADD en inglés). La Asociación estadounidense de psiquiatría (American Psychiatric Association, APA) cambió el nombre de este trastorno en 1994. ¿Cuáles son los síntomas del TDAH? El niño con TDAH que es desatento tendrá seis (6) o más de los siguientes síntomas: •Le cuesta trabajo seguir instrucciones •Tiene dificultad para mantener su atención fija en actividades de trabajo o de juego en el colegio y en la casa •Pierde las cosas necesarias para realizar actividades en el colegio y en la casa •Parece como que no escucha con atención •No le presta atención a los detalles •Parece desorganizado •Tiene dificultad con las cosas que requieren planeación •Olvida las cosas •Se distrae con facilidad El niño con TDAH que es hiperactivo o impulsivo tendrá al menos seis (6) de los siguientes síntomas: •Es inquieto •Corre o se trepa inadecuadamente •No puede jugar en silencio •Responde de forma intempestiva •Interrumpe a las personas •No puede quedarse sentado •Habla demasiado •Siempre se está moviendo •Tiene dificultad para esperar su turno Los niños que tienen TDAH presentan síntomas durante al menos seis (6) meses. ¿Qué debo hacer si pienso que mi niño tiene TDAH? Hable con el médico de su niño. Un diagnóstico de TDAH puede hacerse solamente obteniendo información acerca del comportamiento de su niño por parte de varias personas que conozcan al niño. Su médico le hará preguntas y querrá obtener información de los maestros de su niño o de cualquier persona que esté familiarizada con el comportamiento de su niño. Su médico puede tener formas o listas para chequear, que usted y el maestro de su niño pueden completar. Esto lo ayudará a usted y a su médico a comparar el comportamiento de su niño con el de otros niños. Su médico probablemente querrá hacer exámenes de la vista y de la audición si es que estos no se le han hecho recientemente. Su médico le puede recomendar que pruebe un medicamento para ver si esto ayuda a controlar el comportamiento hiperactivo de su niño. Una prueba con el medicamento solamente no puede ser la base para diagnosticar el TDAH. Sin embargo, puede ser una parte importante de la evaluación de su niño en caso de sospecharse el TDAH. Puede ser difícil para su médico saber si su niño tiene TDAH. Muchos niños que tienen TDAH no son hiperactivos en el consultorio del médico. Por este motivo, es posible que su médico quiera que usted vea a alguien que se especialice en ayudar a niños con problemas de comportamiento, tal como un psicólogo. ¿Cuáles son las causas del TDAH? Los niños que tienen TDAH no producen suficientes substancias químicas en áreas claves del cerebro que son responsables de organizar el pensamiento. Sin tener una cantidad suficiente de esas substancias químicas, los centros del cerebro que se encargan de la organización no funcionan bien. Esto da lugar a los síntomas en los niños que tienen TDAH. Las investigaciones muestran que el TDAH es más común en niños que tienen parientes cercanos con este trastorno. Investigaciones recientes también han asociado el uso del cigarrillo y de otras substancias de abuso durante el embarazo, con el TDAH. La exposición a toxinas del medio ambiente, tales como plomo, también puede ser un factor. Cosas que no causan el TDAH: •Una mala crianza; no obstante, una vida familiar y un ambiente escolar desorganizados empeoran los síntomas. •Demasiada azúcar •Muy poca azúcar •Aspartamo (un nombre de marca: Nutrasweet) •Alergias a los alimentos u otras alergias •Falta de vitaminas •Luces fluorescentes •Ver demasiada televisión •Los juegos de vídeo ¿Qué medicamentos se usan para tratar el TDAH? Algunos de los medicamentos para el TDAH son metilfenidato, dextroanfetamina, atomoxetina y un fármaco que combina dextroanfetamina y anfetamina. Estos medicamentos mejoran la atención y la concentración, y disminuyen los comportamientos impulsivos y de excesiva actividad. También se pueden usar otros medicamentos para tratar el TDAH. Hable con su médico para ver qué tratamiento él o ella le recomienda. ¿Qué más puedo hacer para ayudar a mi niño? Un esfuerzo en equipo por parte de los padres, profesores y médicos trabajando en conjunto es la mejor manera de ayudar a su niño. Puede ser difícil criar a los niños que tienen TDAH. Es posible que tengan dificultad para comprender instrucciones, y el estado de actividad constante puede constituir un desafío para los adultos. Además, los niños que tienen TDAH tienden a necesitar más estructura y expectativas más claras. Usted puede tener que cambiar su vida un poco para ayudar a su niño. He aquí algunas cosas que usted puede hacer para ayudar: •Haga un horario. Fije horas específicas para levantarse, comer, jugar, hacer tarea, hacer quehaceres, mirar televisión o jugar juegos de vídeo, y para acostarse. Ponga el horario donde el niño siempre lo pueda ver. Explíquele anticipadamente cualquier cambio en la rutina. •Simplifique las reglas de la casa. Es importante explicar lo que pasará cuando se cumplan las reglas y cuando no se cumplan éstas. Escriba las reglas y las consecuencias de no obedecerlas. •Asegúrese de que sus instrucciones son comprendidas. Haga que su niño le preste atención y háblele mirándolo directamente a los ojos. Luego, con voz clara y calma, dígale al niño específicamente lo que usted desea. Mantenga las instrucciones simples y cortas. Pídale al niño que le repita las instrucciones a usted. •Premie el buen comportamiento. Felicite a su niño cuando él o ella complete cada paso de una tarea. •Asegúrese de que su niño sea supervisado en todo momento. Debido a que son impulsivos, los niños que tienen TDAH pueden necesitar más supervisión por parte de los adultos que otros niños de la misma edad. •Observe a su niño cuando él o ella esté alrededor de sus amigos. A veces resulta difícil para los niños que tienen TDAH aprender habilidades sociales. Premie el buen comportamiento durante el juego. •Fije una rutina para hacer las tareas. Escoja un lugar fijo para hacer la tarea lejos de distracciones tales como otras personas, televisión y juegos de vídeo. Divida el tiempo para hacer tarea en sesiones cortas y permita descansos. •Concéntrese en el esfuerzo y no en las calificaciones. Premie a su niño cuando él o ella trata de terminar la tarea escolar, no solamente por sacar una buena calificación. Usted puede dar premios adicionales por obtener mejores calificaciones. •Hable con los maestros de su niño. Averigüe cómo le está yendo a su niño en el colegio, en la clase, en el recreo y en la hora de la comida del mediodía. Pida que los maestros le den notas sobre el progreso diario o semanal. Algunos niños se benefician del asesoramiento psicológico o de la terapia estructurada. Puede resultar beneficioso para las familias hablar con un especialista en el manejo del comportamiento y los problemas de aprendizaje relacionados con el TDAH. Algunos estudios han demostrado que algunos colorantes y conservantes de alimentos pueden causar o empeorar el comportamiento hiperactivo en algunos niños. Hable con su médico para saber si necesita realizar algún cambio en la dieta de su niño. ¿Mi hijo va a superar el TDAH? Antes solíamos pensar que los niños superarían el TDAH. Sabemos que esto no es cierto en la mayoría de los niños. Los síntomas del TDAH con frecuencia mejoran a medida que los niños crecen y aprenden a adaptarse. La hiperactividad generalmente desaparece en los años de la adolescencia tardía. Pero cerca de la mitad de los niños que tienen TDAH continúan distrayéndose con facilidad, teniendo cambios en el humor, siendo malhumorados y son incapaces de completar tareas. Los niños que tienen padres afectuosos que les brindan apoyo y que trabajan conjuntamente con el personal del colegio, con los trabajadores de salud mental y con el médico tienen la mejor probabilidad de convertirse en adultos bien adaptados. Fuente: http://familydoctor.org/online/famdoces/home/children/parents/behavior/118.html

NOTA

LO QUE AÚN NO SE HA CONSEGUIDO

Entorno adecuado. Aunque se sitúa a los alumnos en las primeras filas y los tutores encargados de vigilar los exámenes saben de qué alumnos se trata, las pruebas aún se hacen en aulas demasiado pobladas, cuando estos estudiantes rendirían más en clases más reducidas. Distribución diferente de las pruebas. Los expertos recomiendan que los alumnos con TDAH puedan combinar las pruebas en función de su dificultad, es decir no hacer el mismo día lengua y matemáticas. De momento, tienen que seguir el orden establecidos: el primer día se concentran todas las de las áreas lingüísticas. Modificación del estilo de evaluación. Desde la Fundación ADANA se pide que no tengan que hacer un sobreesfuerzo narrativo en las respuestas de los exámenes, por eso piden preguntas abiertas y otras de opción múltiple. Evaluación. Este es el aspecto más importante de las demandas: las familias afectadas reclaman que la evaluación la realicen personas conocedoras del trastorno, sus repercusiones lingüísticas y dificultades para ordenar ideas.

PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

Adaptaciones de acceso JUSTIFICACIÓN El TDAH es un trastorno de ejecución, de rendimiento, no de aprendizaje (Barkley 2005). Son alumnos con verdaderas dificultades para trabajar con lo que saben o han aprendido anteriormente lo que se refleja a la hora de demostrar los conocimientos adquiridos en el momento de ejecutar una prueba. Sus principales dificultades son: 1.- Capacidad atencional mermada ante una tarea compleja y larga, lo que repercute en dificultades para estructurar, organizar y planificar la información. 2.- Pocas habilidades lingüísticas de narración escrita. 3.- Cometen errores durante los exámenes a la hora de identificar las ideas relevantes y expresarlas de forma ordenada. El discurso es pobre, desorganizado, exento de aspectos importantes y con interferencias no relevantes. 4.- La impulsividad provoca la precipitación en las respuestas, dedicar poco tiempo a los aspectos importantes y demasiado a los detalles. PROPUESTA DE ADAPTACIONES PARA ALUMNOS CON TDAH ESPACIO Y TIEMPO * Aulas reducidas: proporcionar un espacio o entorno adecuado que facilite la atención (para disminuir los estímulos distractores). * Respetar el tiempo que el alumno necesita para realizar la prueba. * Marcadores de tiempo: Hacer recordatorios durante la prueba del tiempo que queda. * Descansos: Dividir las pruebas en partes y hacer pequeños descansos entre prueba y prueba (cansancio y sobreesfuerzo provoca que cometan errores y mala presentación). DISTRIBUCION DE LAS PRUEBAS * Modificar el orden establecido de la aplicación de las pruebas para que se puedan combinar en función de su dificultad. SUPERVISION * Antes de empezar la prueba, leer en voz alta el examen y verificar que el alumno entiende las preguntas. * Permitir en cualquier momento el acceso a las instrucciones. * Recordar al alumno que revise el examen antes de entregarlo y supervisar que ha respondido todo antes de que entregue la prueba. * Si no consigue centrarse en la prueba, guiarlo para ayudarle a reconducir la atención. FORMATO * Intentar que el enunciado sea sencillo y concreto. * Destacar las palabras clave en negrita * Evitar dar más de una instrucción a la vez. * Combinar diferentes formatos de preguntas en una misma prueba: combinar preguntas abiertas y de opción múltiple. * Preguntas abiertas: ofrecer una guía de la estructura. * En las preguntas de respuesta corta dejar el espacio aproximado para responder. SISTEMA DE CORRECCION Tener en cuenta el trastorno a la hora de corregir los exámenes y no perder la perspectiva de dificultad. Los alumnos con TDAH deberían ser evaluados por personas con conocimientos sobre el trastorno para poder distinguir si nos encontramos ante un alumno con TDAH que no dispone de los conocimientos, de otro que presenta serias dificultades para demostrar lo que sabe. STILL - Asociación balear de padres de niños con TDAH stilltdah@yahoo.es www.still-tdah.com Telf. 97 149 86 67 – Columba Suinaga